Unas 200 personas, entre regantes, representantes de sindicatos agrarios y políticos, en su mayoría del PP provincial y de la Vega Baja, se concentraron ayer a las puertas de la desalinizadora de Torrevieja para reclamar agua y que estas y otras instalaciones del sureste español funcionen a «pleno rendimiento» para combatir la grave sequía que afecta a Alicante, Murcia y Almería y «salvar» la huerta de Europa. Los regantes carecen desde principios de este año de los recursos del trasvase Tajo-Segura, que sigue cerrado por la falta de recursos hídricos en los pantanos de cabecera del Tajo. La protesta se enmarca en las movilizaciones iniciadas por las comunidades de regantes de Alicante, Murcia y Almería para exigir al Gobierno central medidas urgentes que permitan dotar de agua a la huerta en un momento de sequía máxima.

Los principales representantes del PP provincial, encabezados por el presidente del partido, José Císcar y el presidente de la Diputación, César Sánchez, además de concejales populares del PP de Orihuela y Torrevieja, o los alcaldes de Benejúzar y Almoradí, realizaron ayer un ejercicio de equilibrio inestable: respaldaron a los regantes y a sus principales representantes con su presencia en el acto -como han hecho en los últimos años en la exigencia de agua-; al tiempo que validaron la necesidad de recursos de la desalinización para el riego agrícola -que siempre han cuestionado con dureza, rechazando frontalmente la contrucción de la planta de Torrevieja con un recurso ante el Constitucional y el cierre del acceso a las obras por la carretera autonómica CV-95-. Además, reclamaron a su propio gobierno, el de Rajoy, que gestiona las desalinizadoras, medidas urgentes para que esas instalaciones estén a plena producción cuanto antes. Císcar sí matizó que la desalinización no es la solución pero que en la situación actual se deben aprovechar y reclamar todos los recursos por «responsabilidad».

Por su parte, el presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo- Segura, Lucas Jiménez, dijo que esta concentración, convocada por el comité de crisis del Círculo por el Agua, se enmarca en las reivindicaciones de los regantes iniciadas recientemente en Murcia y que culminarán en las próximas semanas con una movilización en Madrid.

Los regantes quisieron «hacer visible» que la agricultura del sureste español precisa «lo antes posible de toda el agua que el consumo urbano no utilice» y «reivindicar las infraestructuras hidráulicas que necesita el Levante español, porque son imprescindibles». Jiménez incidió en la conveniencia de «terminar cuanto antes» la línea de alta tensión que permita doblar la capacidad de la desalinizadora de Torrevieja y la construcción de unas tuberías que conecten el pantano de La Pedrera con la zona alta del río Segura, lo que contribuirá a «una distribución del agua uniforme».

Lucas Jiménez, presidente del SCRATS explicó que la situación de falta de agua en el sureste es «agónica» y reclamó medidas urgentes del gobierno de Rajoy para dotar de agua a la agricultura, además de alertar de que se corre el peligro, incluso, «de no contar con agua para el consumo humano».

Los regantes concentrados ayer ante la desalinizadora también reclamaron al Ministerio de Agricultura que fije el precio del agua desalada para su uso en riego en 30 céntimos el metro cúbico para salvar así la «huerta de Europa», de la que viven «más de 100.000 familias de todo el Levante español», que es el precio que ha estado subvencionando el Gobierno hasta que en septiembre tuvo que emplear toda la producción de Torrevieja para garantizar el riego agrícola. La planta de Torrevieja puede concluir este ejercicio con una producción de agua desalinizada de 44 hectómetros, un 10% más de lo inicialmente previsto.

La presencia socialista se limitó a la participación del alcalde de Benferri, Luis Vicente Mateo, un habitual en todas las concentraciones convocadas por los regantes del trasvase. La presencia de regantes tradicionales, que sufren la falta de agua del río Segura, y que no están incluidos en los planes del Ministerio para recibir agua desalinizada, fue testimonial, aunque sí acudieron a la concentración portavoces de los sindicatos Coag y Asaja en Murcia y Alicante.

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Concentración de los regantes para reclamar el agua de la desalinizadora de Torrevieja

Consumo de boca

Casi el total del agua se destina a consumo humano desde el pasado mes de septiembre, en el que la Mancomunidad de Canales del Taibilla comenzó a reclamar de forma prioritaria el caudal de Torrevieja para evitar restricciones en municipios de Alicante y Murcia. Cuando la línea eléctrica esté preparada en junio -aunque se alude a la posibilidad de que esté lista en abril- tendrá capacidad para poner en el sistema 80 al año.

Si embargo, regantes solicitan el otorgamiento de las concesiones de las producciones de las plantas desaladoras de Torrevieja, y las derivadas de la ampliación de la de Valdelentisco y la puesta en marcha de Almanzora (Almería) -paralizada desde 2012- a favor del Sindicato Central, aunque el Programa Agua y la explotadora de la planta, que costó 300 millones e inició su andadura en 2013, concibieron la infraestructura para distribuir la mitad de su producción para uso agrícola y la otra mitad al consumo urbano.