A chorros. Es como cae el agua cada vez que llueve, dentro de los barracones forman las clases de 4º de la ESO en el IES Tháder de Orihuela. Los estudiantes de este instituto llevan cerca de veinte años sufriendo una acuciante falta de espacio, que priva a sus alumnos y profesores de aulas dignas, de talleres, de biblioteca de Centro o de salas de reunión para tutorías... El problema de las goteras es uno más de los que sufren. No estamos en una zona especialmente lluviosa y esto libra a estos alumnos y profesores de acabar mojados más continuamente dentro de sus clases. Hace dos semanas, una intensa lluvia provocó que el agua cayera a chorros dentro de las aulas prefabricadas, como se puede ver en el vídeo.

Desde el Ampa del IES Tháder denuncian que los vetustos barracones ya no solucionan estas carencias, y por el contrario, se han convertido "en malsanos habitáculos donde el frío, la humedad, las lluvias y el moho amenazan la salud de los estudiantes y nos cubren de vergüenza a todos".

Padres, alumnos, profesores y dirección del centro se han unido para reivindicar el fin de esta lamentable situación. La pasada semana se concentraron a las puertas del centro y este jueves a las 18.30 horas la Comisión para la Ampliación del IES Tháder se entrevistará con el alcalde, Emilio Bascuñana, para exponerles sus necesidades y demandar que se actúe cuanto antes, pues la situación del centro es insostenible. "Durantes este tiempo se ha ignorado esta problemática, o no se le ha sabido dar respuesta a la misma, tanto por parte de las Consellería de Educación, como del Ayuntamiento de Orihuela y sus equipos de gobierno, de distinto signo político" critican.

Lo que les ha indignado es que en el último pleno se retrasara la decisión para anexionarse al Plan Edificant, "mientras las borrascas amenazan una vez más a nuestros alumnos". En la entrevista que hoy mantiene la edil de Educación, Begoña Cuartero, con responsables de la Conselleria de Educación en València, dicen tener depositadas sus esperanzas, "pues verdaderamente ya no sabemos qué puertas tocar, ni con qué palabras expresar nuestras demandas". Es por ello que han versionado las palabras del poeta, Miguel Hernández, "aunque sólo sea por hacer más poética la espera", señalan. El poema es el siguiente:

VIENTOS DEL PUEBLO ME LLEVAN

"Vientos del pueblo me llevan,

vientos del pueblo me arrastran,

me esparcen el corazón

y me avientan la garganta."

Se ha alzado un grito

en el IES Tháder de Orihuela,

¡basta de barracones!,

esto es una vergüenza.

"Los bueyes doblan la frente,

imponentemente mansa,

delante de los castigos:

los leones la levantan

y al mismo tiempo castigan

con su clamorosa zarpa."

Callados, obedientes y cabizbajos

nos contemplan veinte años

de flagelos y aflicciones.

Pero llegó el tiempo de reparar daños;

Atrás quedaron los calientes paños

y ahora un grito se alza:

¡BASTA YA!

"¿Quién habló de echar un yugo

sobre el cuello de esta raza?

¿Quién ha puesto al huracán

jamás ni yugos ni trabas,

ni quién al rayo detuvo

prisionero en una jaula?"

¿Quién relegó a la ignominia

a los estudiantes de esta casa?

¿Quién desea subyugar el ingenio,

el arte, la inteligencia y la casta?;

¿quién quiere callar sus voces

desterrándolas a la nada?

"Crepúsculo de los bueyes

está despuntando el alba".

Se acabó el tiempo del silencio,

se terminó el tiempo de la calma.

¡BASTA YA!

"Los bueyes mueren vestidos

de humildad y olor a cuadra:

las águilas, los leones

y los toros de arrogancia,

y detrás de ellos el cielo

ni se enturbia ni se acaba."

Durante veinte años hemos pedido

sin atrevernos a levantar la mirada:

gritemos todos juntos,

que nuestras voces serán espadas

que cargadas de justicia

no podrán ser ignoradas.

"La agonía de los bueyes

tiene pequeña la cara,

la del animal varón

toda la creación agranda".

Porque de poco nos ha valido

nuestra mansedumbre vana,

seamos en estos días rebeldes,

que con razón y justicia

toda partida se gana.

"Si me muero que me muera

Cantando espero a la muerte,

que hay ruiseñores que cantan

encima de los fusiles

y en medio de las batallas".

Exijamos nuestros derechos

cueste lo que cueste

Levantando nuestra voz seremos escuchados,

incluso por quienes sus puertas cierran;

nuestras verdes esperanzas renacen

junto a estas palabras:

"un rayo que ya no cesa".

¡BASTA YA!