Los coletazos en la comarca de la borrasca "Ana" apenas dejaron ayer lluvia, aunque tras el rápido paso del frente bajaron las temperaturas. Ni un litro por metro cuadrado en las zonas donde más llovió -el litoral de Torrevieja y Guardamar-. Eso sí, las fuertes rachas de viento que azotaron toda la Vega Baja durante la madrugada y la mañana de ayer, con rachas de más de setenta kilómetros por hora, obligaron a los bomberos del Consorcio a intervenir en Torrevieja y Orihuela, según indicaron fuentes del servicio provincial de extinción de incendios. Los bomberos evitaron la caída de un toldo que se había desprendido desde un sexto piso en la calle Almudena de Torrevieja. La actuación de los bomberos del parque Vega Baja Sur-Torrevieja con un camión escalera impidió que el toldo, desprendido por rachas de viento de más de 70 kilómetros por hora, cayera desde una altura de un sexto piso a la calle. Los bomberos se movilizaron hacia esa zona al filo de las diez de la mañana y media hora después ya habían resuelto el problema.

Los bomberos de Torrevieja también acudieron a retirar ramas de un ficus que cayó por efecto de las fuertes rachas de viento en un jardín particular de la calle Matilde Peñaranda del barrio de Nueva Torrevieja. La caída del árbol afectó a los cables de suministro eléctrico de la calle y a un vehículo aparcado. Antes de los bomberos acudieron patrullas de la Policía Local para garantizar la seguridad de la zona con un vallado perimetral. Los servicios municipales declinaron prestar su apoyo a esta situación al no contar medios para realizarlo, ni tampoco las empresas que prestan servicios al municipio, como la de recogida de residuos y la de jardinería. De ahí que los agentes avisaran a los bomberos.

En Torrevieja las fuertes rachas de viento de Poniente provocaron que un "tren" de transporte de sal en barcazas de la laguna salinera terminara a la deriva arrastrado hasta su orilla este.

Los bomberos del parque de Orihuela y la patrullas de la Policía Local de esta ciudad acudieron a sanear un balcón de un quinto piso deshabitado desde el que se estaban precipitando a la calle cascotes en la calle San Isidro a causa del viento. Uno de estos cascotes estuvo a punto de impactar contra los peatones que circulaban por el vial. En concreto, sobre un carrito de bebé.