Es una juerga con trasfondo gastronómico. Una fiesta multitudinaria que cada 6 de diciembre reúne a cientos de personas en Torrevieja. Se celebra con el pretexto de un concurso de paellas, pero no todos pasan la mañana cocinando arroces. Los hay que optan por llevar consigo táper con la comida preparada y dedican la jornada, desde primera hora, a reir, brindar y bailar. Ayer el tiempo acompañó. Hizo sol y menos frío que en días anteriores, lo que animó a más de 250 colectivos locales, grupos de amigos y asociaciones de todo tipo a disfrutar de un día de convivencia enmarcado en las fiestas patronales en honor a la Purísima, que vivirá mañana su día grande.

La afluencia de personas fue masiva. Desde primera hora los participantes montaron carpas, desplegaron sillas y mesas y sirvieron los primeros aperitivos. Aún así, no hubo problemas de tráfico, salvo breves retenciones para acceder a la zona de aparcamiento. La actividad se celebró por segundo año en el recinto de mercados, junto a la Avenida de Delfina Viudes, que cuenta con ocho veces más espacio que el muelle portuario, donde se venía celebrando tradicionalmente. Ello permitió de nuevo que cientos de personas se integraran en la fiesta, ya que en años anteriores no todos cabían y había que sortear el espacio. No obstante, sólo los primeros 80 inscritos participaron en el concurso como tal.

Mejor arroz

En esta ocasión, el jurado determinó que el mejor arroz fue cocinado por el grupo «Sirla», mientras que el segundo premio correspondió a la peña «Entre amigas» y el tercero al «Charamitaso». Los jueces encargados del veredicto fueron la Reina de la Sal, Tania Ñíguez, y las damas Rosi Ros y María Rozado, acompañadas del edil Javier Manzanares e Iñaki Isidro.

La prohibición de instalar equipos de música entre los grupos se cumplió a medias. Hubo jóvenes que no renunciaron al reguetón y dispusieron altavoces, aunque ninguno con demasiada potencia. La decisión fue adoptada por el Ayuntamiento debido a que se producían quejas por las molestias que causaban las canciones de unos y otros sonando al unísono. Aún así, la fiesta no quedó descafeinada sin banda sonora puesto que participaron las tradicionales charangas y, por la tarde, dos bandas se subieron al escenario. Fueron el grupo local Bervera, que quedó segundo clasificado en el pasado Eras Music Festival, y otro que protagonizó un espectáculo que hizo un repaso de los mejores temas de La Edad de Oro del Pop Español. Como era de esperar, el público respondió y se lanzó a la pista de baile, coreando canciones conocidas por todos, o por casi todos. Todo ello mientras se veían los últimos rayos de sol y el recinto se iluminaba con los focos del escenario.

Frases ingeniosas

Muchos de los grupos de jóvenes y mayores asistentes vistieron camisetas idénticas y preparadas para la ocasión con frases ingeniosas y algunos lemas un tanto subidos de tono. Eso es algo que se repite en esta fiesta, aunque este año tenía premio puesto que la asociación de comerciantes APYMECO quiso distinguir las más divertidas. Así, el jurado determinó que el premio al mejor diseño lo merecía el grupo «Tiki-Tiki», mientra que la camiseta más graciosa fue para «Mundore» y la distinción a la más chocante la de «Mama save forever».

Entre los asistentes, o más bien por encima de ellos, se encontraban Lily, el Ogro y el Lobo, que por primera vez en este evento participaron con una salida de los Gigantes y Cabezudos que divirtió a los más pequeños. En el recinto se instalaron igualmente hinchables y hasta un toro mecánico que con su fuerza venció a todos sus pequeños contrincantes. En definitiva hubo fiesta para niños y mayores, que ya esperan la del año que viene.