El Partido Popular (PP) ha ordenado a sus seis concejales en San Fulgencio que dejen las competencias de gobierno antes de que acabe esta semana. Si no lo hacen, serán expulsados. La ejecutiva provincial ha adoptado esta decisión porque no quiere que los ediles sigan gobernando con Carlos Ramírez como alcalde, que ha sido condenado a ocho años y medio de inhabilitación por prevaricar.

Ramírez renunció a las siglas del PP tras hacerse público el fallo condenatorio, que está recurrido en la Audiencia. Según ha podido saber este diario, ahora ha abandonado también el grupo municipal popular, por lo que ha pasado al grupo de no adscritos. Lo ha hecho tras recibir un ultimátum del que era su partido: o se iba voluntariamente o lo echaban. Decidió irse y lo hizo el 21 de noviembre.

La situación es cada vez más tensa porque los dirigentes del PP han intentado negociar con Carlos Ramírez y con el resto de ediles un relevo en la Alcaldía, pero eso es algo que hasta ahora no han conseguido. Mientras tanto, el primer edil está dispuesto a mantenerse en el cargo y está buscando apoyos que lo permitan.

Tras conocerse el fallo judicial, el grupo municipal popular pidió tiempo para digerir la condena y valorar qué hacer, pero los días han pasado y no han tomado ninguna decisión al respecto. Y no sólo eso, sino que han seguido hacia adelante como si nada ocurriera y han ultimado el trámite para la adjudicación del contrato más jugoso de todo el mandato, el de la basura, que blinda el servicio durante 22 años y asciende a 16 millones de euros. La situación ha desencadenado una cascada de críticas de la oposición del PSOE y PIPN, que acusan al PP de sostener a Ramírez en el poder.

«Disciplina»

La cúpula provincial cree que llegados a ese punto la situación es «insostenible» y que los ediles tienen que acatar la disciplina del partido, que supone dar la espalda a la gestión de Ramírez. Si lo hacen, pondrán contra las cuerdas al alcalde. Si no lo hacen,serán expulsados y podría tomar el control del Ayuntamiento un grupo de concejales no adscritos. Claro que también cabe la posibilidad de que unos acaten la decisión que llega desde Alicante y otros no, lo que dejaría la formación rota y debilitada a poco más de un año de las próximas elecciones. El PP teme esa rebelión y reivindica que fue el partido quien ganó las elecciones.

Mientras ese escenario está todavía por definir, el PP ha nombrado al concejal Vicente Murcia como nuevo presidente en funciones del partido en la localidad en sustitución de Ramírez. Murcia era el secretario general de la agrupación y se pone a partir de ahora al frente de una gestora que tendrá como objetivo coser el partido de cara a los próximos comicios e intentar garantizar la gobernabilidad, aunque todavía no se sabe cómo. En teoría, la incógnita se desvelará antes de que acabe la semana.