El portavoz del Grupo Popular en Torrevieja, Eduardo Dolón, salió ayer al paso de las declaraciones del alcalde, José Manuel Dolón, en las que culpaba a la gestión del PP del retraso en la apertura de la residencia de discapacitados, pendiente de escritura, pago al constructor o de un certificado de fin de obra tras una inversión de 4,6 millones y que se concluyó en 2011. El líder del PP culpó de esta situación al propio alcalde y a la conselleria de Bienestar Mónica Oltra, que «no han puesto ni un céntimo como anunciaron».

Eduardo Dolón recordó las gestiones desarrolladas para la apertura del edificio. Así, «el 2 de diciembre de 2014 se emitió por los servicios técnicos de Bienestar Social informe favorable».Dolón admitió «que mi deseo siempre ha sido que fuera muy anterior (la apertura), pero hay que recordar la profunda crisis que atravesaba nuestro país, aspecto que por desgracia lo complicaba todo por aquel entonces. Eso sí, nunca desfallecimos e hicimos todo lo que estaba en nuestra mano para llegar a un punto en el que desde Conselleria no solo se dio el visto bueno, también se dotó con una subvención cercana a los 300.000 euros que en aquel momento es lo que se estimó por parte de los técnicos de ambas administraciones como necesario para su apertura en 2015».

Según Dolón, «en noviembre de 2016 todavía estaban planteándose si abrir el edificio mediante gestión directa o indirecta y consultando las posibles fórmulas para la contratación del personal. Tras esto, en febrero de 2017 José Manuel Dolón comunicó a la Dirección General de Diversidad Funcional que había dado las órdenes oportunas a Patrimonio para iniciar la cesión a Conselleria, quienes a su vez le contestaron a los 15 días que existía una reglamentación que se había de cumplir».

Responsabilidades

A juicio del portavoz del PP, «ayer José Manuel Dolón se comportó como el nefasto alcalde que está demostrando ser. Incapaz de gestionar y de asumir sus responsabilidades y que ha rechazado un millón para obras de mejora en la residencia. Miente sin rubor, al igual que la consellera cuando afirmaban que en otoño de 2017 la residencia abriría sus puertas como infraestructura social multifuncional albergando un centro de protección de la infancia con 24 plazas, una residencia para personas con diversidad funcional intelectual con otras 40 plazas y el punto de encuentro familiar. Algo que estos días se está demostrando que no era cierto».