El Ayuntamiento de Orihuela no prorrogará el contrato para la gestión de los chiringuitos de playa a la empresa que actualmente se ocupa del servicio. El equipo de gobierno ha tomado esta decisión a raíz de la investigación judicial en curso por el supuesto amaño de la contrata realizado la pasada legislatura, cuando gobernaba el PSOE y Los Verdes. INFORMACIÓN desveló en su edición del domingo que el juez que instruye la causa cree que existen evidencias de que el pliego de 2014 se realizó «a medida» para favorecer a la mercantil «Chiringuitos del Sol». El magistrado señala como posibles responsables a la exconcejala Martina Scheurer (LV), al gerente de la empresa y a un técnico del consistorio.
La actual concejala de Playas, Luisa Boné, recordó ayer que el contrato en vigor finalizará después de la Semana Santa de 2018. Dicho contrato incluye la posibilidad de realizar una prórroga por dos años más, pero no se aplicará, según adelantó ayer la edil.
Para Boné, «estamos ante un contrato que está siendo investigado judicialmente por un supuesto fraude». La edil enfatizó que no tiene dudas de que los servicios técnicos municipales «siempre se han sujetado estrictamente a la ley» y recordó que Scheurer reconoció que fue ella quien pidió introducir el requisito de la famosa «Q de calidad» en los pliegos. Fue ese distintivo el que dejó fuera de juego al resto de empresas que optaban al contrato debido a que Chiringuitos del Sol era la única empresa del sector en la provincia que disponía de ese emblema, según el juez. Dichas mercantiles registraron la denuncia que ha motivado la investigación.
«Ya he dado instrucciones para que se elaboren nuevos pliegos que no contengan restricciones a la libre competencia, sin perjuicio de los mínimos estándares de calidad adecuados a nuestros servicios de temporadas en playas», anunció ayer la edil. La responsable de Playas dijo que este contrato fue «adjudicado en 2014 por la Mesa de Contratación del ayuntamiento presidida entonces por el socialista Víctor Ruiz, con base en la propuesta de adjudicación de la concejala de Playas Martina Scheurer». Boné recordó que ella ocupa el cargo desde febrero y defendió que el servicio ha sido prestado sin incidencias. «Si ha habido algo ilegal, lo dirá la justicia. A mí me consta que el servicio se ha prestado correctamente», dijo ayer la edil. Boné añadió que aunque no consten incidencias en la prestación del servicio, no mantendrá el contrato vigente en las prórrogas previstas, dada la «situación extraña» que se ha producido, «no tanto en el contrato o en su desarrollo, sino en el momento y circunstancias de su adjudicación, con esa Q de calidad pedida por una concejala expresamente».
