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Orihuela

«El Nazareno», siete meses y un día después

El poema de Miguel Hernández, que el alcalde Emilio Bascuñana presentó el 12 de abril en plena Semana Santa, se colgó ayer de la fachada de la antigua casa del sacristán de Monserrate

El azulejo, ayer colocado sobre la fachada. TONY SEVILLA

Siete meses y un día después de su anuncio, que fue el pasado 12 de abril, un día que hasta la Procesión de Nuestro Padre Jesús se detuvo para escuchar al alcalde, Emilio Bascuñana, el conjunto de azulejos con el poema «El Nazareno», de Miguel Hernández, luce ya en la fachada de la casa del sacristán de la parroquia de Monserrate. El regidor cierra así uno de esos episodios que lejos de dar presteza a la celebración del 75 aniversario de la muerte del poeta universal -que entonces estaba dando sus primeros pasos- se ha convertido casi en una pesadilla, aunque ayer desde el gabinete de Comunicación seguían viendo la cara positiva a todo este asunto recordando que los asistentes al IV Congreso Internacional Miguel Hernández, que se inaugura esta mañana en el Colegio Santo Domingo, «podrán verlo» ya que se encuentra en la ruta guiada que se ha organizado por la ciudad como presentación.

El 12 de abril, Miércoles Santo, el mural, compuesto por 54 azulejos y que costó 850 euros a las arcas municipales, se presentó en mitad de la procesión más antigua de la Semana Santa oriolana y a la cual el regidor llegó apurado de tiempo (algo que su equipo sigue negando), lo que levantó numerosas críticas de los asistentes que no sabían a qué se debía un parón que obligó a cientos de nazarenos y a la propia imagen a esperar a las puertas del templo. Ese día, el Ayuntamiento ya tenía el plácet de la Conselleria de Cultura para su instalación porque dicho inmueble está afectado por la misma declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) que el santuario de la patrona. La Administración valenciana, eso sí, daba su aprobación pero ponía dos objeciones. Una era que la colocación se condicionaba a las obras necesarias para «recuperar los valores patrimoniales de la fachada, sobre la base de un proyecto técnico de intervención que deberá presentarse a esta misma administración para su preceptiva autorización», decía el escrito que mostró el edil socialista Víctor Ruiz, una de las personas más críticas con la gestión que hizo el regidor de aquel acto. La segunda era que el Ayuntamiento de Orihuela no era quién para solicitarlo pues sólo podía hacerlo la Archicofradía como propietaria del inmueble. Entonces comenzó un lío de tramitación y acuerdos que acabó ayer lunes.

Almacén

Bascuñana logró firmar un convenio con la Archicofradía con este único fin, pero ya fue en plena canícula de julio, tres meses después de que los socialistas airearan que el mural había estado guardado a buen recaudo desde su presentación en un almacén. Dicho acuerdo supuso que la cerámica tendrá que ser retirada al cabo de diez años pues ese es el curioso plazo de la cesión. A cambio, el Ayuntamiento ha tenido que costear el mantenimiento y acondicionamiento de este espacio por una cuantía que no ha podido superar los 1.500 euros.

Y todos estuvieron contentos. El alcalde aseguró entonces que esa fachada era un «lugar emblemático en la procesión del Miércoles Santo», mientras el presidente de la Archicofradía, Antonio García Molina, daba las gracias porque gracias al convenio iban a restaurar la antigua casa y mejorar el entorno del Santuario.

El Ayuntamiento, cerrando este capítulo, recordaba ayer que «el mosaico enmarcado de 54 azulejos con el soneto de Miguel Hernández "El Nazareno" (está) dedicado a la figura de Nuestro Padre Jesús, patrón de la localidad». Y que «se convertirá en parada obligada para todos aquellos turistas que visiten la ciudad, ya que será incluido como un punto relevante de interés en la rutas hernandianas que se desarrollan en Orihuela y que recorren aquellos lugares por los que discurrió la vida del poeta».

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