Orihuela retrocedió ayer 85 años para situarse en 1932 y rememorar el evento que tuvo lugar en la Glorieta de Gabriel Miró donde se instaló un busto del escritor alicantino. Como si de ese año se tratase, una lona tapaba el monumento, que lleva allí desde entonces, para descubrir el recién remodelado busto, obra de José Zeiquer Zanón. Al acto asistió el alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana, junto al edil de Patrimonio Histórico, Rafael Almagro, así como el regidor de La Unión, Pedro López, y el concejal de Cultura de Cartagena, David Martínez. También acudieron ediles del PSOE y Cambiemos.

Durante el homenaje, Bascuñana señaló que «hemos recordado con especial cariño el homenaje de 1932 que se celebró en este lugar con motivo de su inauguración ya que Gabriel Miró fue una influencia destacable en la obra de nuestro poeta, Miguel Hernández». Y dijo que «tenemos que seguir aprovechando los lazos de cultura con otros municipios para poner en valor la cultura de Orihuela al contar con un gran legado».

El busto del escritor Gabriel Miró se sometió durante dos meses a un proceso de restauración para eliminar el depósito calcáreo, la corrosión y la oxidación que tenía en su superficie. Los trabajos los llevó a cabo la restauradora oriolana Maite Gilabert. Se ha aprovechado su restauración para recolocar la obra a la altura de la puerta de la parroquia de San Vicente Ferrer, donde se instaló en 1932, tras su inauguración. Se trata de un busto en bronce fundido a la cera con pedestal de arenisca del oriolano Adolfo Pérez León en el que se lee «Oleza a Gabriel Miró 1932».