Dos familias tuvieron que ser desalojadas de sus viviendas unifamiliares de la calle San Isidro de Bigastro tras derrumbarse la madrugada del sábado al domingo parte del suelo de una de las casas, al ceder un muro de carga. Los desalojados son el matrimonio y los dos hijos jóvenes que residen en la casa y otro matrimonio que vive en la vivienda contigua, y que no podrá acceder a ella por seguridad, hasta que no se compruebe que no ha sufrido daños y que no los sufrirá en el caso de que tenga que derribarse la vivienda siniestrada, ya que corre peligro de que su posible derribo arrastre a esa otra casa.

El suceso se produjo sobre la 1 de la madrugada del sábado al domingo en el número 4 de la calle San Isidro. Los propietarios, que, afortunadamente, se encontraban durmiendo en otra zona de la vivienda, se despertaron al escuchar un gran estruendo. En un primer momento, al encender las luces, no notaron nada extraño, pero al apagarlas observaron como entraba luz por la parte trasera de la vivienda, donde se encuentra un aseo y la cocina, que fue precisamente la zona que se vino abajo.

Los bomberos de Orihuela acudieron a la vivienda siniestrada donde comprobaron los importantes daños estructurales que había provocado la caída de un muro de carga, por lo que indicaron tanto a esa familia como a la de la casa de al lado, el número 6 de esa calle, que debían desalojar sus viviendas, según señaló el Consorcio Provincial de Bomberos. La parte trasera de la vivienda, de planta baja y terraza, se derrumbó cayendo los escombros en un solar que hay detrás de la misma, en la calle Francisco Pallas y dejando al descubierto algunas estancias de la casa.

El edil de Urbanismo, Antonio Meseguer, que se desplazó a la vivienda para prestar apoyo a los propietarios junto a la alcaldesa de Bigastro, Teresa Belmonte, la edil de Bienestar Social, Elena López, una técnico municipal y efectivos de bomberos y de la policía, explicó a INFORMACIÓN que «por los daños seguramente se declare su ruina y se tenga que demoler y ya les hemos trasladado a las familias que el Ayuntamiento les va a prestar apoyo y vamos a hacer todo lo que esté en nuestra mano para ayudarlas». De momento, las personas desalojadas se han trasladado a casas de familiares. Las casas están situadas en una loma del casco antiguo del municipio, en el llamado cabezo de Bigastro. Los bomberos, que han precintado ambas viviendas, han explicado a los propietarios que la casa que se ha derrumbado en parte es inhabitable y los han acompañado al interior para que pudieran recoger algunos objetos.

Está previsto que hoy visiten la vivienda los peritos quienes tendrán que dilucidar si el muro de carga se derrumbó por una filtración de agua o por la antiguedad de la vivienda, de más de 50 años. Precisamente, la Concejalía de Urbanismo está trabajando, junto al Colegio de Arquitectos, en la puesta en marcha de un Plan de Inspecciones Técnicas para viviendas de más de 40 años, cuya ordenanza podría entrar en vigor el próximo año.