La ruta hernandiana que recorre el centro urbano cuenta con una nueva parada de interés. Se trata del paseo Vientos del Pueblo, en el que está ubicada la única estatua erigida en honor a Miguel Hernández, que recibe cada día a los cientos de viajeros que llegan en ferrocarril. A su alrededor se ha pintado un gran mural con tonalidades que representan palabras características de su obra. En la intervención artística participaron ayer decenas de oriolanos que ayudaron a conformar este homenaje justo el día en que se celebraba el 107 aniversario del nacimiento del poeta más universal que tiene Orihuela.

Son cuatro las obras de Hernández que se han plasmado a través de las esferas pintadas de colores: Cancionero y romancero de ausencias; Vientos del Pueblo; El Rayo que no cesa y Perito en lunas. Las tonalidades rojas, azules, verdes o amarillas representan palabras como rebeldía, lucha, libertad, compañerismo, herida, huerta, esperanza o soledad. Así, cada esfera se forma con la combinación de seis de esos colores.

Los artistas oriolanos Álvaro Belmonte y Arturo Mateo fueron quienes cogieron las brochas desde primera hora de la mañana para ir pintando el mosaico. «Cada palabra está asociada a un color y son estos colores los que dan forma al dibujo que se plasma», explicaron.

Por la mañana pasaron alumnos de diversos colegios del municipio y también representantes de las principales asociaciones y colectivos. Por la tarde, más y más vecinos que quisieron participar en esta nueva obra dedicada al poeta.

Actores

Para animar a la gente a que visitara el lugar en el que se llevó a cabo la intervención y explicar el sentido de esta obra, fueron cuatro actores caracterizados de Miguel Hernández quienes recorrieron las calles y plazas cercanas, invitando a todo el mundo a participar en un proyecto cuya huella permanecerá en el tiempo. En el paseo Vientos del Pueblo se colocó además un micrófono abierto desde el que se fueron recitando poemas y hasta hubo alguno que se arrancó a cantar un fandango. También desde allí se ofreció información sobre todos los actos que se celebrarán próximamente en la ciudad y que están relacionados con el legado del poeta. Para ello se desplazaron varios técnicos vinculados a la Concejalía de Cultura que dirige Mar Ezcurra. La edil, que permaneció allí buena parte del día, destacó ayer que el espíritu de esta intervención era implicar a los oriolanos en un proyecto que además se desarrolla durante el Año Hernandiano, que conmemora el 75 aniversario de la muerte del poeta. Ezcurra definió este proyecto como «una atrevida, ambiciosa y sentida actividad», «un homenaje de su pueblo y en su pueblo».

Aunque en un principio estaba previsto que el mural se terminara por completo durante la tarde de ayer, finalmente faltó tiempo, y luz, por lo que el trabajo seguirá previsiblemente durante el día de hoy para dar los últimos retoques hasta concluir del todo la obra.