La Unió de Llauradors ha solicitado al Ministerio de Agricultura que retire la cuota fija de la tarifa que ha impuesto a los regantes alicantinos del Trasvase Tajo-Segura porque «no les llega ni una gota de agua desde mayo de este año ni existen perspectivas de que llegue pronto».

Según la organización agraria «esa cuota fija supone que deban pagar una derrama adicional anual por hectárea de 120 euros por una dotación de agua comprometida pero no consumida», mientras que el Ministerio « reclama así el pago de la tarifa del trasvase con independencia de que llegue o no el agua para regar los cultivos». Según La Unió, los bajos niveles de los embalses de cabecera del Tajo de Entrepeñas y Buendía «cierran de momento la puerta a un trasvase», por ello consideran que «si no va a venir agua lo más lógico es que no se pida tampoco dinero».

Desde La Unió quisieron valorar también que las restricciones al riego impuestas por la CHS durante un mes y medio, algo que consideran «un duro y nuevo mazazo para los agricultores alicantinos, pues se suma al cierre del Tajo». Ernest Blasco cree que «ha habido tiempo suficiente para tomar medidas ante esta situación y no se ha hecho prácticamente nada». Además, «nos preocupa que se priorice claramente el uso industrial sobre el agrario, teniendo en cuenta que contraviene la propia Ley de Aguas».