Otra palmera más al suelo, otra palmera menos en la plaza de la Constitución. Y van más de una decena en solo dos años, según la contabilidad particular que lleva el grupo municipal del PP sobre el número de ejemplares afectados por la plaga de picudo rojo que han desaparecido de este espacio central del casco urbano de Torrevieja.

De madrugada, sobre las seis y media de la mañana, un grupo de operarios de la empresa concesionaria del mantenimiento de Parques y Jardines, La Generala, ha talado el árbol, cuyo tronco ha quedado tumbado sobre la calzada, y lo ha retirado de su ubicación, en el lateral de la plaza que da a la calle Ramón Gallud.

Como en otras ocasiones, se ha vuelto a captar el momento. Se trata de palmeras canariensis. Según la oposición del PP los huecos dejados por los tocones de las palmeras que han ido desapareciendo no han sido sustituidos con otras plantaciones. La edil Carmen Gómez (PP) también mantiene que dentro de las prestaciones de la empresa concesionaria figura una partida específica para tratar la plaga de picudo y que durante su mandato en este área -2011-2015- solo se tuvo que retirar una palmera con picudo de La Glorieta, mientras que ahora, a su juicio, esos tratamientos no "se ven" en la plaza.

El concejal de Parques y Jardines, Domingo Soler (APTCe) no se ha pronunciado sobre esta nueva tala de la especie de árbol que siempre ha caracterizado a este espacio público. En otras ocasiones, Soler ha restado importancia a las talas, y sobre todo, ha destacado que lo importante es salvaguardar la integridad de las personas y evitar accidentes ante eventuales caídas de los troncos. En especial tras periodos de lluvia, que debilitan a los árboles afectados por la plaga.

La plaga

La plaga de picudo se reaviva siempre en la transición entre el verano y el otoño. Desde que apareció en la Vega Baja -se cumplen ahora 11 años- en un vivero de Jacarilla, y se extendió a través del la ribera del Segura, ha afectado y acabado con miles de ejemplares en toda la comarca. Es muy difícil de erradicar.

Lo que sí se puede hacer, según el PP, es mantener al picudo rojo a raya para que no afecte a otras palmeras una vez que se detecta en uno de los árboles. No es el caso de la plaza asegura la misma fuente, porque esta es la segunda palmera que se ha retirado en un mes. Normalmente los servicios de jardinería retirar los árboles pese a que no den síntomas externos de estar afectados por la plaga. Porque el tronco puede desmoronarse igualmente sobre la calzada pese a no reflejar síntomas de la infección -el de las palmas de la copa desmochadas es el más llamativo-.