Días después de haber sido objeto de varios incendios provocados en la pinada, el Ayuntamiento de Guardamar del Segura acaba de anunciar un ambicioso proyecto, a tres años vista, para garantizar el futuro de su sistema dunar, uno de sus principales valores medioambientales. "Las dunas de Guardamar serán objeto a partir del próximo año de la mayor actuación medioambiental registrada en más de un siglo", ha asegurado en una nota. El proyecto se ejecutará en tres años y se pretende invertir 1,3 millones de euros para evitar, además, la desaparición del pinar.

El Ayuntamiento asegura que el plan que se va a ejecutar es el más importante desde que se repoblaron las dunas hace un siglo con pinos carrascos y piñoneros para evitar que terminaran por enterrar en arena el casco urbano. Generalitat Valenciana, Ayuntamiento de Guardamar y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional pondrán en marcha el próximo año este proyecto, dentro del plan de Restauración del Hábitas de Interés Comunitario (LIC) Dunas de Guardamar contemplado por la Directiva 92/43/CE Hábitats, asegura el Consistorio.

El plan se ejecutará a partir del próximo año 2018, según explica el concejal de Medio Ambiente, Silvestre García, quien califica el proyecto como "ilusionante y ambicioso" porque pondrá fin a una degradación lenta y constante producida durante muchos años, y con la consiguiente pérdida de biomasa. El edil considera "vital y urgente" la intervención ya que si no se actúa cumpliendo los plazos "en pocos años nos quedaremos sin pinada". En este sentido explica el impacto negativo emergente derivado del cambio climático cuyas consecuencias son menos lluvia y más calor, significa que no se regenera la flora de forma natural. "El resultado de combinación de estrés hídrico y temperaturas elevadas hacen peligrar el ecosistema dunar" explica el concejal.

Los trabajos pretenden poner fin a la situación actual que presenta una masa forestal envejecida con una longevidad del pino carrasco y piñonero de 150 años en condiciones desfavorables y a la ausencia de regeneración natural. "En líneas generales se pretende fomentar una mayor diversidad de formaciones vegetales y la presencia de diferentes estados sucesionales en sectores concretos del pinar, con vistas a lograr una asincronía en la respuesta de la vegetación del LIC frente a perturbaciones ambientales", asegura en un comunicado.

"Se trata de un proyecto de restauración de hábitats donde tenemos que introducir una serie de plantas coherentes con el hábitat, es decir, especies características de este entorno que son las que mejor posibilidades tienen de sobrevivir a las condiciones de sequía extrema que pueden producirse en esos ambientes" subraya el concejal de Medio Ambiente. Otra actuación significativa que contempla el proyecto está relacionada con la flora invasora y exótica que ocupa 103 hectáreas.

De esta superficie, 51 hectáreas son especies arbóreas y 32 herbáceas. En total existen en las dunas 29 especies exóticas invasoras que serán retiradas con métodos manuales o mecánicos no agresivos. El plan medioambiental que también incluye parte de los sistemas dunares del Baix Vinalopó (Elche y Santa Pola) incluye la retirada de pinos muertos o en declive con una importante defoliación.