El Ayuntamiento de Torrevieja tiene previsto contratar dos conciertos para las fiestas patronales con un caché que supera entre ambas actuaciones los 113.00 euros. En un caso, la contratación de Maldita Nerea, Funambulista y un grupo telonero, el caché de 58.080 euros, que cubre toda la producción y montaje, estaría justificado por la relevancia del grupo. No tanto, según fuentes del sector, en el caso del cantante Antonio José, que también aparece contratado por otros 55.660 euros.

Antonio José fue el ganador del programa televisivo «La Voz» en 2015. Al parecer cuenta con un público muy joven y su último éxito profesional es su colaboración con «Cali» y «El Dandee»

El Ayuntamiento podría recuperar una parte de la inversión con el ingreso en taquilla. La entradas pondrán a la venta por cinco euros -un precio popular-. Si los dos conciertos cubren el total del aforo del Palacio de los Deportes, con cuatro mil espectadores por cada concierto, el municipio podría recuperar 40.000 euros -veinte mil euros por la venta de la totalidad de las entradas en los dos eventos-.

Como es habitual en Torrevieja y en muchos municipios de la comarca y la provincia, la adjudicación recae en la misma empresa, Producciones Artísticas Horizonte Musical, puesto que es la única firma que cuenta con la exclusividad de los artistas que solicita cada municipio a la hora de programar conciertos.

Es decir, la prestación se adjudica de forma directa «a dedo» -legalmente-, pese a superar los 18.000 euros de umbral en el que la ley dispone que sería necesario un contrato negociado sin publicidad, porque no hay otra mercantil que pueda ofrecer el mismo servicio. Algo que se justifica técnicamente y se valida por un funcionario antes de concretarse la adjudicación.

Se trata de un contrato a la misma mercantil en la que confiaba el anterior equipo de gobierno para la mayoría eventos culturales. Algo que granjeó al alcalde Eduardo Dolón críticas por parte de la oposición entonces, hoy en el gobierno, supuestamente por no abrir el abanico de ofertas a otras empresas del sector.

Cuando el gobierno anterior del PP intentó adjudicar a otra empresa esos actos culturales la firma no cumplió con lo exigentes requisitos técnicos -entre los que figura, por ejemplo, no abonar el precio de la adjudicación hasta que no se concluya el arqueo de entradas y la supervisión económica de todo el contrato- que reclama el municipio.