Un nuevo incendio forestal afectó ayer a la emblemática pinada de Guardamar del Segura. Es el cuarto que se declara en la misma zona verde del municipio, entre el sur de la desembocadura del Segura y la línea de viviendas de la playa de Babilonia, desde el pasado domingo 24 de septiembre. Y todos los indicios apuntan a que fue provocado -con hasta cuatro focos distintos- por el mismo pirómano que trae de cabeza a efectivos de bomberos y fuerzas de seguridad desde hace más de una semana.

La alerta se produjo pasadas de las cinco de la tarde - los cuatro incendios también han coincidido en horario-. Como el Consorcio está sobreaviso el despliegue de efectivos aéreos -dos helicópteros y un hidroavión- y terrestres -brigadas forestales y medios de los parques de bomberos de Almoradí y Torrevieja- fue inmediato lo que evitó que las llamas se extendieran por la pinada.

Efectivos

De hecho, ayer no existía una estimación de la superficie calcinada, aunque no supera los cinco mil metros cuadrados, según fuentes consultadas por este diario. Efectivos de la brigada forestal nocturna procedentes de Benimantell iban a realizar la vigilancia de la zona para evitar que se reavivase el fuego. Dar con el pirómano no es tarea fácil. El autor -o autores del fuego intencionado se habían dado un respiro tras el último fuego antes del fin de semana-.

En paralelo a esta zona de la pinada afectada por los incendios-el fuego ha arrasado ya más de dos hectáreas y docenas de pinos, algunos de ellos de porte mediano- no es precisamente una zona asilada. Discurre un camino con gran afluencia de paseantes, tanto del municipio como visitantes. Los fuegos intencionados están causando una profunda preocupación entre los guardamarencos. La pinada, plantada sobre 700 hectáreas hace un siglo para evitar el avance de las dunas, es una de las señas de identidad del municipio.