Dos de los ediles que forman parte del gobierno de Orihuela han vuelto a dejar plantado al alcalde, Emilio Bascuñana. Ni Dámaso Aparicio ni Begoña Cuartero han asistido al pleno que se está celebrando esta mañana. Se trata de una sesión tensa debido a que en el orden del día se incluía reprobar al regidor por el supuesto espionaje realizado a través de WhatsApp a Aparicio. Finalmente, PP y Ciudadanos han tumbado con sus votos esa propuesta de reprobación. Foro se ha abstenido y PSOE y Cambiemos han votado a favor de la iniciativa socialista.

La reprobación ha llegado a propuesta del PSOE a cuenta de una grave pelea interna que existe dentro del grupo municipal popular y que ha terminado ante el Comité de Derechos y Garantías del PP después de que el presidente local y concejal, Dámaso Aparicio, instara una investigación para aclarar cómo fue posible que las conversaciones privadas de su WhatsApp acabaran en el despacho de Alcaldía.

El concejal Paco Sáez (PP) es quien ha realizado las intervenciones para defender al alcalde. En ese sentido, ha dicho que se trata de un tema privado. No obstante, en ningún momento ha negado que la denuncia de Aparicio sea falsa.

Por su parte, el socialista Víctor Ruiz ha basado su argumentación en señalar que el asunto está afectando al funcionamiento interno del Ayuntamiento y ha dicho que todo este asunto se ha utilizado como revancha política cambiando concejalías.

Ruiz ha expresado que muchos ciudadanos consideran que el alcalde es un "mafioso y un narcisista, cínico y cobarde por no haber dado explicaciones" por el asunto de los WhatsApp. "Su silencio dice mucho porque no tiene con qué defenderse", ha expresado. Por ese motivo ha valorado que a Bascuñana "sólo le queda una salida honrosa, que es irse". "Orihuela no se puede permitir a un gobierno que no se fia del alacalde", ha apostillado.