Día 22 de mayo de 2015. El entonces aspirante a la Alcaldía de Orihuela Emilio Bascuñana compareció en rueda de prensa para presentar las propuestas del Partido Popular (PP) en materia cultural y patrimonial. El programa electoral con el que se presentó a las elecciones incluyó un compromiso para crear el «Museo de la Ciudad» crear el «Museo de la Ciudad» en el Palacio de Rubalcava, un edificio que tiene casi 100 años y que en aquel entonces, como ahora, se cae a pedazos. Dos años y medio después de esas declaraciones y ya como primer edil oriolano, poco o nada queda de aquella propuesta. El proyecto que se ha enviado al Ministerio de Fomento para conseguir fondos para su puesta en funcionamiento recoge su uso como sala de celebraciones, minigolf en el jardín o una coctelería en la azotea. Como decoración, sillas y mesas colgadas del techo.
En aquella comparecencia pública realizada dos días antes de las elecciones, Bascuñana enfatizó con la idea de que quería convertir Orihuela en «una ciudad artística, una ciudad de museos» en la que se incluiría el Palacio de Rubalcava. Criticó entonces a la anterior corporación y dijo que el PSOE y Los Verdes habían prometido una inversión de 750.000 euros pero no llegó ni un céntimo. Ahora, 30 meses después, es parte de la militancia del PP la que lo critica a él por haber presentado un proyecto de rehabilitación diametralmente opuesto a lo prometido en su programa.
La propuesta del PP para el Palacio de Rubalcava fue redactada por populares oriolanos vinculados al ámbito de la cultura y los museos. En ella se hablaba de que debía concebirse como un Centro de gestión integral del patrimonio cultural de la ciudad. La documentación que manejaba entonces el PP y que respaldaba su programa electoral decia que «a nivel museográfico, el nuevo centro museístico debe ser el espacio idóneo para conocer el origen y la evolución de la ciudad y su territorio asociado, su historia entendida en su amplio ámbito geográfico, en donde se integre el territorio y sus bienes materiales e intangibles como sociedad de una forma clara, sencilla y educativa, con un especial protagonismo de la huerta como espacio generador de riqueza y sustento económico de la población del Bajo Segura a lo largo de su evolución histórica y que refleje la diversidad natural, social, económica y cultural de las poblaciones de la comarca».
Restauración de bienes
Se defendió igualmente que se debía promover en su interior la instalación de un área de restauración de bienes culturales y habilitar espacios multiusos para promover la participación social y cultural de los oriolanos. Algo que contradice del todo a la propuesta que el Ayuntamiento ha bautizado como «Rubalcava hub», y que incluye en la planta baja un jardín-museo, cafetería, minigolf, una floristería hidropónica, sala de audiciones y de exposiciones, muestra de productos de confiterías y un jardín de celebraciones. En ese proyecto la planta primera se destina casi por completo a zona de restauración con salones para banquetes y bodas, sala de juegos para niños o una tetería donde estaba la capilla. La segunda planta estaría reservada a salas de juegos, filmoteca, espacios para yoga y talleres o salas de reuniones para asociaciones. En la azotea se dispondría una coctelería y en el mirador un aviario de oropéndolas. También habría espacios de exposiciones o museos donde exponer libros, cuadros o incluir personalidades de Orihuela «en tamaño real».
Develado por la oposición
Fue el PSOE quien desveló esta propuesta que el equipo de gobierno de Bascuñana nunca contó y criticó los usos previstos al considerar que no se ajustaban a lo que Orihuela necesitaba. No fue hasta tres días después cuando el alcalde dijo que ese proyecto enviado al Ministerio no era de su equipo, sino del PSOE, algo que el edil Victor Ruiz desmintió minutos después. Bascuñana salió del paso ese día diciendo que no era algo definitivo y que se había iniciado una encuesta ciudadana para que fueran los oriolanos quienes opinaran sobre qué se debía de realizar dentro de ese edificio. Y eso fue algo que sorprendió a muchos porque al proyecto ya se había presentado en el Ministerio y poco tenía que ver con el programa del PP. Ahora habrá que ver qué dicen los vecinos, comprobar si el Ministerio ofrece fondos y conocer, por fin, cuál es la propuesta final del alcalde.
