Quien paga descansa, y quien cobra, más. El Partido Popular (PP) de Orihuela ha liquidado la deuda de más de 12.000 euros que mantenía por el alquiler de su antigua sede, la ubicada en la Avenida Príncipe de Asturias. El pago se ha realizado tres meses después de que los propietarios del local interpusieran una demanda que buscaba el desahucio de la formación por estar dos años sin cobrar.

La demanda causó un gran revuelo entre los populares oriolanos. Se interpuso en un momento clave, poco antes de las elecciones internas para elegir al nuevo presidente de la agrupación local. Lo más curioso es que esa petición de desahucio la hizo un militante del PP vinculado a la empresa propietaria del local, en concreto, un familiar directo de la concejala Sabina Galindo, integrada en el gobierno municipal de Emilio Bascuñana y quien concurrió a las elecciones nacionales como número 8 en la lista provincial.

Aunque los populares abandonaron el local de la Avenida Príncipe de Asturias en mayo, los propietarios no se dieron por enterados. Consideraban que la relación contractual seguía vigente porque los responsables del partido no habían notificado con dos meses de antelación que no iban a renovarlo en mayo, tal y como se pactó. El coste era de 600 euros mensuales y el contrato inicial fue firmado siendo presidenta Mónica Lorente.

Con ese panorama, el PP oriolano se vio obligado a buscar in extremis un local prestado para poder celebrar las votaciones, en las que se enfrentaron Andrés Ballester, Víctor Valverde y Dámaso Aparicio. Finalmente los afiliados tuvieron que ir a votar a una sede provisional que pertenecía a una empresa de mobiliario de jardín. Pocos días antes de los comicios internos el cartel de la fachada se tapó por uno provisional con las siglas y el logotipo de los populares. Todo un espectáculo que dio que hablar, y mucho, en la ciudad más grande que gobierna el PP de toda la Comunidad Valenciana.

Las elecciones a la presidencia las ganó Aparicio y la nueva ejecutiva local se enfrentó a tener que pagar el alquiler para frenar la demanda, algo que según pudo saber este diario sucedió hace pocos días. Los fondos se consiguieron en parte gracias a las aportaciones que hicieron los militantes durante el proceso de las votaciones, en el que participaron algo más de un millar de vecinos.

Los números rojos que han dominado las cuentas del PP de Orihuela en los últimos años se deben también, en parte, a que determinados cargos electos y asesores del municipio no han pagado la cuota mensual de 70 y 50 euros, respectivamente, que se les reclama al considerar que tienen que contribuir a mantener el partido. Todo ello ha generado malestar entre los cargos que sí estaban al corriente en los pagos.