El primer conflicto del nuevo curso escolar en la Vega Baja se anuncia en Benejúzar, donde los padres de los niños de Tercero de Primaria del colegio Antonio Sequeros, han anunciado una protesta porque se ha suprimido la plaza de un profesor, aseguran en un comunicado. Sus hijos no entrarán a clase este primer día.

«Al enterarnos el lunes pasado -explican en una nota- lo pusimos en conocimiento del inspector, el cual no nos dio solución ni opción a plantearle nuestros argumentos». Los padres consideran que 30 niños por aula es un número excesivo. Antes de tomar esta medida, añaden, se pusieron en contacto por escrito con Tudi Torró, la responsable provincial de Educación, a quien enviaron un escrito recordándole que llevar hasta los 30 niños a un aula era estar «al límite de la ratio reglamentaria». De hecho, en el centro ha desaparecido una de las dos aulas para Tercero. La ratio media en la comunidad es de 22 alumnos, según dijo el conseller Marzà esta semana.

«Los alumnos cuentan con 7, 8 y 9 años, entran en un nuevo ciclo, en un nuevo curso con muchos cambios y no podrán contar con la atención individualizada que necesitan», aseguran. Además consideran que el centro no cuenta con aulas que posean infraestructuras y dotación adecuada para ese número de alumnos. «Los niños con necesidades especiales no dispondrán de la atención de calidad que necesitan». También recuerdan que «considerando experiencias de otros años, es muy probable que una vez iniciado el curso se incorporen nuevos alumnos, por lo que superaríamos la ratio, incumpliendo así las normas reglamentarias. Y aseguran que «a lo largo del curso escolar se programarán actividades fuera del aula, como excursiones tanto fuera como dentro de la localidad y, dado el gran número de alumnos por grupo, resultará dificultoso este tipo de actividades, porque haría complejo un control exhaustivo de los niños».

Los padres consideran que con esta situación pasan a estar en una situación de «masificación de las aulas» y con la protesta pretenden «mejorar la calidad de la enseñanza que se ofrece a nuestros hijos». Los padres aseguran que la Conselleria aún puede cambiar de parecer porque, en caso contrario, «nos manifestarnos indefinidamente hasta que no haya una solución».