El caso de la política en Orihuela está sobrepasando ya el surrealismo. El último episodio que roza el esperpento sucedió ayer y tiene a los tres grupos de la oposición muy enfadados. Y con razón. El alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana, convocó una junta de portavoces para anunciar que el pleno ordinario del mes de agosto (que se retrasa siempre al mes de septiembre) se celebrará el próximo jueves día 7. Junta a la que no acudió, como tampoco lo hizo el portavoz del gobierno Rafael Almagro, dejando la representación del PP, y la papeleta de anunciar este precipitado cambio de fechas, al edil Paco Sáez.

A la oposición le pilló por sorpresa el cambio de fecha, ya que los portavoces de todos los grupos políticos de la corporación municipal acordaron en julio que se celebrara el día 14. Si bien, en la junta de portavoces celebrada en agosto antes del pleno extraordinario de presupuestos, Bascuñana dijo que iba a cambiar la fecha por el día 12 alegando que el 14 había ediles del equipo de gobierno que no podían acudir por tener viajes planeados.

Pero ninguno se esperaba que se adelantara nada menos que cuatro días después de esa junta de portavoces. La consecuencia es que el plazo para presentar mociones ya se ha pasado de largo y ninguno de los grupos de la oposición (PSOE, Cambiemos y Foro Demócrata) puedan ya presentar las propuestas que tenían previsto llevarlas esta semana a registro para el pleno que debía ser el día 12.

La razón esgrimida por el equipo de gobierno ayer es que el reglamento indica que los plenos ordinarios que se retrasen de fecha deben celebrarse entre el día 1 y el 10 del siguiente mes. Reglamento aprobado por todos los grupos y rubricado por Bascuñana, quien hasta el viernes no se dio cuenta de este detalle, ni tampoco sus asesores.

Lo curioso es que tampoco el equipo de gobierno, ni PP, ni Ciudadanos, han presentado moción alguna al pleno, así que este estará vacío de contenido y se limitará a dar cuenta de decretos de alcaldía y resoluciones, y a la toma de posesión de Javier Gracia como edil de Cambiemos Orihuela en sustitución de Marta Guillén.

Reacciones

Las reacciones de los portavoces de la oposición no se han hecho esperar. Para Karlos Bernabé, de Cambiemos, «es una falta de respeto a la oposición. A nuestro grupo le avergüenza que pase un pleno en el que no se debata ni proponga absolutamente nada. Sólo tiene dos lecturas posibles, o clara negligencia o falta de respeto institucional. O mezcla de ambas cosas». Bernabé señaló a este diario que está valorando introducir alguna moción por vía de urgencia, única fórmula para hacerlo, pero debe aprobarse por la mayoría del pleno, que ostenta PP y Cs.

Pepa Ferrando, de Foro Demócrata, indicó que «una vez más Bascuñana demuestra que su palabra no vale nada y toma el pelo a los portavoces al dejarnos sin margen de maniobra y encima no presentan ni una sola propuesta». Por su parte, Carolina Gracia, del PSOE, señaló que «Bascuñana ha actuado con mala fe, vuelve a mentir y se ha buscado la manera de que la oposición no pueda llevar nada».