El alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana, ha asumido el control de la gestión urbanística del municipio a través de la implantación de una nueva Unidad de Gestión denominada Territorio y Desarrollo Urbano, creada el 3 de agosto por resolución de alcaldía.

Esta nueva Unidad de Gestión depende orgánicamente del propio Emilio Bascuñana, aunque la coordinación técnica corre a cargo del oficial mayor. La misión principal de la llamada Unidad de Territorio y Desarrollo Urbano es la planificación, desarrollo y ejecución en materia de ordenación y gestión del territorio, del planeamiento y de la gestión urbanística. Funciones que dependían directamente de la Concejalía de Urbanismo. La resolución de alcaldía señala que se harán «con la máxima transparencia y participación públicas y con el objetivo de satisfacer las necesidades ciudadanas con servicios de calidad, bajo los principios de economía y eficiencia».

Realmente, las funciones que asume esta nueva unidad son vitales para el desarrollo urbanístico de la ciudad al controlar todas las gestiones urbanísticas y de planeamiento. En el caso de las primeras, se encargará de tramitar e informar y, cuando proceda, elaborar, los expedientes de gestión urbanística, que son muchos y variados en el municipio, y que cuentan con un gran retraso en su tramitación.

Bascuñana controlará así el área más importante para el desarrollo de Orihuela, que ya asumió al coger el cargo, cuando se ocupó de las áreas de Urbanismo y Ordenación del Territorio, de las que se desprendió en una remodelación de competencias que hizo 10 meses después. Y el pasado 17 de junio dio un golpe de efecto de cara a sus concejales menos afines retirándole las competencias de Urbanismo a Begoña Cuartero y dándoselas a Rafael Almagro, una persona leal al regidor oriolano. Además, puso al frente de la Comisión de Urbanismo al edil Miguel Ángel Fernández, quien ha tenido problemas con esta asignación ya que su mujer es abogada de un promotor que lleva a cabo un importante plan urbanístico, lo que le ha obligado a no poder asistir a una comisión por incompatibilidad.

El alcalde controlará todo lo que tenga que ver con los instrumentos de planeamiento, tanto general como de desarrollo. De este modo, Bascuñana será de quien dependa orgánicamente la tramitación del futuro Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Su puesta en marcha es la mayor incertidumbre de esta legislatura. Aunque el regidor se comprometió a desbloquear una situación que viene de hace años, la realidad es que su elaboración está ahora mismo atascada.

Patata caliente

Bascuñana tiene sobre la mesa una patata caliente, como él mismo reconoce, y achaca el retraso en la elaboración del necesario PGOU en las limitaciones que pone la Generalitat, ya que Orihuela cuenta con planes aprobados desde hace 10 o 15 años, que tienen derechos adquiridos, que suman en torno a unos 9 millones de metros, pero en las directrices del documento de referencia de la Conselleria se limita el crecimiento a un millón y medio. De esta manera, el documento que debe regular el crecimiento urbanístico del municipio sigue siendo una incógnita que tendrá que desvelar la nueva Unidad de Territorio y Desarrollo bajo el control de Emilio Bascuñana.

Este órgano se va a encargar de los proyectos de renovación urbana elaborando con medios propios, y también externos, los planes previstos, ocupándose de toda la tramitación, aprobación y coordinación de los mismos. En particular, los de regeneración urbana de los barrios del cinturón del Monte San Miguel, incluida en la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado (DUSI) en la que participa el Ayuntamiento. Junto al área de Contratación, se hará cargo también de los proyectos transversales y cuyo liderazgo lo llevará Alcaldía.

En cuanto al personal necesario para esta nueva unidad, se han designado un arquitecto superior, un delineante, un administrativo y un auxiliar de planeamiento. No obstante, esta plantilla se va a ampliar con la incorporación de otro arquitecto superior y de un ingeniero de caminos, cuyo proceso de selección ya está en marcha. Además, cuenta con el apoyo técnico y jurídico de otros funcionarios.

Una vez esté completa la plantilla, esta Unidad de Gestión, dependiente de Alcaldía, asumirá los procedimientos de informes de compatibilidad, cédulas de garantía urbanística, valoraciones inmobiliarias para Patrimonio y Hacienda, expedientes de evaluación ambiental e informes para Declaración de Interés Comunitario.