Greenpace afirma que el trasvase Tajo-Segura podría cerrarse en el plazo de tres años, dado que, según sostiene, la cuenca es autosuficiente y tiene capacidad para abastecerse de sus propios recursos. La organización ecologista asegura que el continuo déficit de agua que se muestra es «ficticio», pero se utiliza para tratar de «justificar la necesidad de megaconstrucciones y grandes plantas de desalación», además de «seguir alimentando proyectos urbanísticos de la burbuja inmobiliaria» y «dar más agua miles de nuevas hectáreas de regadíos intensivos e ilegales a grandes agroindustrias». Al mismo tiempo, según la entidad, pequeños agricultores, ganaderos y empresarios «ven sistemáticamente cómo se les niega el acceso al agua».

La organización presentó ayer en Toledo un informe llamado «La trama del agua en la cuenca del Segura, 10 años después», que sostiene que en la última década los mecanismos de «expolio hídrico» que ellos mismos denunciaron en 2007 se han «sofisticado», a la vez que los nuevos regadíos no han dejado de crecer en la cuenca. Greenpeace afirma que la Administración Hidráulica y el actual Gobierno «mantienen un ciclo del agua irreal en el Segura, que sostiene el privilegio de los lobbies del agua». Con ello, añade, «se está limitando el bien general». Para el responsable de la campaña de Aguas de la organización, Julio Barea, «este tipo de corrupción ligada al agua se esconde, no pocas veces, detrás de normas injustas dictadas al gusto de ciertos lobbies».

Greenpeace sostiene que «los recursos naturales de agua de la cuenca del Segura están mal evaluados y no se cuenta con la mitad de los recursos naturales de agua subterránea que tiene». Éstos, según la organización, alcanzan «un volumen adicional de entre 500 y 800 hectómetros cúbicos al año». A eso le suman la cantidad de agua desalada «que prevé su Plan Hidrológico». Con estos caudales, apunta el informe, «la cuenca del Segura no es deficitaria, sino que tiene un superávit de unos 200 hectómetros cúbicos al año incluso sin contar con el agua procedente del Tajo, y dando por buenos los cálculos de demandas actuales y futuras».

Para la entidad ecologista, lograr «un balance hídrico propio y correcto» en la cuenca del Segura, sería el paso previo y decisivo para dejar de «sobreexplotar» la cabecera del Tajo «con un trasvase de agua innecesario». En este sentido, Greenpeace insiste en que hay «recursos propios suficientes para atender todas las demandas» que sean «medioambientalmente sostenibles». Según aseveró Julio Barea durante la presentación del informe, «la solución al problema que nos han creado en estos últimos 50 años, tanto en el Tajo como en el Segura, está en ese camino». A su juicio, «haciendo bien las cuentas del conjunto de los recursos naturales renovables y desalados, es absolutamente posible el desarrollo sostenible de la cuenca del Segura, sin necesidad de trasvases».

Greenpeace reitera que «es posible» un escenario donde el sur de la provincia de Alicante, Murcia y la costa norte de Almería «sigan creciendo sin depender para ello del río Tajo». Para la organización, «sólo se debe dejar que los técnicos se sienten a las mesas de discusión, excluyendo de éstas a políticos y a representantes de los lobbies de la obra pública y del monopolio del agua». En este sentido, el hidrogeólogo Francisco Turrión, que participa en el informe y que lo presentó junto con Julio Barea en Toledo, afirmó que la región «puede ser perfectamente autosuficiente con el agua agua subterránea y no necesitar el trasvase Tajo- Segura nunca más».

Turrión aseveró que «nos hicieron creer que la única agua accesible es la fluvial y como es poca vemos que hay un déficit pero es ficticio». Según insistió, «no hemos incluido estos 500-800 hectómetros que van al mar». Arguyó que, según el Instituto Geológico y Minero, la cuenca del Segura acumula 100.000 hectáreas de aguas subterráneas, «cien veces que la que hay en los embalses superficiales». Añadió que «no hay agua para un pequeño agricultor o ganadero y en cambio sí para grandes extensiones de regadío que no cesan de crecer», al igual que «para urbanizaciones y plantaciones de grandes empresas».