El conductor que huyó el martes cuando iba a ser identificado por agentes municipales en una gasolinera de Rojales y que protagonizó una persecución hasta Pilar de la Horadada, seguía ayer al cierre de esta edición en paradero desconocido. La Guardia Civil y la Policía Local continuaron el trabajo para tratar de localizarlo, si bien desde el Ayuntamiento de Horadada se lanzó un mensaje de calma a la población. El edil de Seguridad Ciudadana, José Tomas Saura, y el jefe accidental de la Policía Local de este municipio, Jesús Navarrete, aseguraron que «se trata de un delincuente común casi al 100%».

«Los vecinos pueden tener total tranquilidad, seguiremos trabajando para detener a esta persona lo antes posible», expresó el edil. Navarrete explicó que el conductor del vehículo se refugió el martes por la noche durante la huida en una zona boscosa y fue entonces cuando se le perdió la pista.

Los hechos comenzaron en Rojales poco antes de las 20 horas. El conductor huyó cuando iba a ser identificado en una estación de servicio. El coche patrulla inició la persecución del vehículo, un Volkswagen Touran que según la Guardia Civil había sido robado a finales de julio en Valencia. La matrícula estaba falsificada y se correspondía con la de un Renault Laguna procedente de Castellón.

30 kilómetros

El seguimiento transcurrió durante algo más de 30 kilómetros y al parecer en ese trayecto el fugitivo lanzó un pequeño paquete por la ventanilla que se baraja que fuera algún tipo de droga. Aunque ayer lo buscaron, no fue encontrado. El conductor acabó impactando contra un muro de la calle Río Vinalopó de la urbanización Riomar, en la pedanía de Torre de la Horadada. Los agentes de Rojales abrieron fuego y dos de las balas fueron a parar al vehículo robado. El conductor salió del coche con la cara ensangrentada y corrió hasta una zona de pinos cercana, donde se ocultó.

Los hechos obligaron a realizar un gran despliegue de fuerzas de seguridad en el entorno de la pedanía y poco a poco se fue abriendo el círculo. Los efectivos de la Guardia Civil emplearon chalecos antibala y armas largas durante la búsqueda. Fuentes del instituto armado apuntaron ayer que se sospecha que el huido podría formar parte de una organización dedicada al tráfico de drogas o robos en viviendas.