La Audiencia Provincial de Murcia ha confirmado la sentencia de un Juzgado de lo Penal de esta ciudad que condenó a cinco años de prisión a un hombre por el atraco que cometió en una oficina bancaria ubicada en Santomera y que fue sorprendido poco después en Orihuela con el botín, que ascendía a 12.400 euros, por un hecho relacionado con la seguridad vial.

La sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, señala que la detención de este hombre, nacido en Navas de San Juan (Jaén), se produjo escasas horas más tarde del robo cuando circulaba por la población oriolana.

El relato de hechos probados recogía que los hechos se produjeron el catorce de abril de 2016, cuando el acusado accedió a unas oficinas de Cajamar con una pistola simulada y exigió a uno de los empleados la entrega del dinero.

Además, el acusado que contaba con varios antecedentes por otros robos, indicó al empleado que si accedía a darle el dinero no le pasaría nada, además de advertirle de que se abstuviera de pulsar el botón de la alarma.

El juez recogía asimismo que cuando fue detenido le fueron intervenidos los 12.400 euros, la pistola simulada, una caja de guantes de látex y el sombrero y las gafas de sol que llevaba puestos en el momento del atraco.

La sentencia recogía que el acusado padece un trastorno de corte depresivo, que no afectó a su imputabilidad en el momento de los hechos.

Precisamente esa patología fue la alegada por la defensa del condenado para solicitar su absolución o, de forma subsdiaria, que la pena de prisión fuese rebajada a tres años.

La Sala ha desestimado el recurso porque, asegura, la forma de comportarse durante el asalto demuestra que era plenamente consciente de la ilicitud de lo que hacía.

Y añade que, por ello, su responsabilidad penal no puede quedar excluida o limitada.