Los socorristas de Cruz Roja que vigilan las playas de Guardamar del Segura volvieron a vivir ayer una complicada jornada al tener que realizar 45 operaciones de rescate de bañistas con dificultades para llegar a la orilla al verse atrapados por corrientes marinas. El mar estaba en aparente calma pero ondeaba la bandera amarilla, que indica que hay que extremar la precaución. El motivo era que todavía había resaca del temporal de viento y olas del día anterior, en el que estuvo izada la bandera roja, y los canales de retorno de agua sobre la arena permanecían muy activos.
La situación obligó a los vigilantes a acotar determinadas zonas y poner banderines rojos indicando que estaba prohibido el baño. Fue en esos espacios en los que ocurrieron gran parte de los rescates porque es donde se localizan las corrientes marinas que empujan hacia adentro. El coordinador de playas de Cruz Roja en Guardamar, José Luis H. Oliva, indicó que ninguno de los rescatados precisó de atención sanitaria.
Cabe recordar que el día anterior, el martes, se produjeron 28 rescates mientras ondeaba la bandera roja, que indica la prohibición de baño. No obstante desde Cruz Roja apuntaron que hay que tener también mucha precaución cuando ondea la amarilla, y sobre todo prestar atención a los menores y a la gente mayor. En esos casos es mejor bañarse en zonas cercanas a los puestos de salvamento y respetar lo que indiquen los vigilantes.
«Aparentemente la playa estaba ayer mucho mejor que el martes y hubo personas que preguntaban incluso por qué no ondeaba la bandera verde. El motivo es que toda la arena que se removió el día anterior por el viento y el oleaje todavía no había sedimentado bien. La arena estaba suelta y la corriente empuja hacia detrás», prosiguió Oliva.
Para explicar qué es eso de las corrientes, el coordinador de playas de Guardamar utilizó un símil. «Cuando echas un cubo de agua a la arena se crea un surco. Si después echas otro cubo, el agua discurre por ese mismo surco. Pues dentro del mar se crean canales similares y atraen todo el agua de retorno, que es lo que te empuja hacia adentro y te impide salir a no ser que seas un nadador experimentado».
Detectar las corrientes no es fácil, aunque quienes conocen la zona saben dónde se suelen formar algunas de ellas, que son los canales naturales por los que discurre el agua de lluvia cuando baja desde el casco urbano. Otras pruebas se hacen visualizando el mar desde cierta altura. «Si el agua esta azulada y ves determinadas zonas que se tiñen de marrón, es porque la arena se está removiendo debajo», aseveró Oliva. El mismo aseguró que cada mañana, los socorristas se meten en el agua hasta la cintura para comprobar esos canales y señalizarlos, siempre haciéndolo en grupo para ayudar al compañero en caso de que sea necesario.
Guardamar cuenta con 11 kilómetros de playa con vigilancia, desde la desembocadura del río Segura hasta el límite con el término de Torrevieja. Su línea costera se caracteriza por su continuidad, pues carece de elementos que separen unas playas de otras. Así las zonas de baño sólo se diferencian por el nombre -Els Vivers, La Babilonia, Centre, La Roqueta, El Moncaio, El Camp y Les Ortigues.
En total son 37 socorristas los que trabajan en cada turno, desde las 10 de la mañana hasta las 19.45 horas, aunque permanecen en el puesto de vigilancia hasta las 20 horas. No obstante, los 11 kilómetros de playa no están vigilados en su totalidad, pues harían falta más de un centenar de socorristas. Es por ello que existen zonas en las que no hay efectivos de salvamento y eso es algo que también está señalizado, recomendando al bañista desplazarse hasta donde sí los hay.
La única playa de Guardamar del Segura que no cuenta con servicio de socorrismo es la que está al otro lado de la desembocadura, la del Tossals, nudista, y eso es algo que está indicado con carteles.
Mantener la calma
Desde Cruz Roja recuerdan que si un bañista se ve arrastrado por una corriente marina debe mantener la calma y no nadar a contracorriente, porque lo único que se consigue es fatigarse más. La recomendación es dejarse llevar un poco hacia adentro e intentar salir por uno de los laterales. Si no se consigue, se deben de agitar los brazos en alto para que los socorristas te vean y traten de ayudarte. Desde la organización insisten en que lo ideal es la prevención y no exponerse a peligros.
