El pleno del Ayuntamiento de Rojales aprobó el pasado viernes, con los votos a favor de PSOE y PP -el PADER dio su voto negativo- el proyecto que permitirá mejorar las depuradoras del municipio y evitar problemas de depuración de aguas residuales. Las obras estarán listas en un año y costarán 2,8 millones de euros, de los cuales 2,1 asume directamente la concesionaria del servicio, Hidraqua, y el resto es lo que debía la empresa al Ayuntamiento. Ésta ha renunciado al beneficio industrial, a los gastos generales y el IVA no repercute en el Consistorio, lo que ha rebajado el coste considerablemente. A cambio, Hidraqua renueva la concesión durante 10 años más, lo que se ha aprobado también. El proyecto mantiene la depuradora del casco urbano, la de Quesada y Lo Pepín. Ésta última será la que asuma la mayor parte de las aguas residuales. «Desde Lo Pepín bombearemos el agua al río Segura y en El Recorral construiremos cinco pequeñas lagunas», explicó ayer el alcalde de Rojales, Antonio Pérez.