Más de 200 personas se concentraron ayer frente al Ayuntamiento periférico de Orihuela en la Costa para denunciar lo que calificaron de «abandono» por parte de los gobernantes de la localidad en esta zona y para exigir mejores servicios y limpieza. Los concentrados exhibieron pancartas en la fachada en las que se podía leer, en castellano y en inglés, «presupuesto para la Costa», «nos come la basura» o «asuman sus competencias, pagamos impuestos... ¿dónde van?». La manifestación estaba convocada por la Asociación de Vecinos y Comerciantes «Movimiento Ciudadano La Zenia» aunque acudieron presidentes de otros colectivos de la zona y ediles del PSOE y Cambiemos.

El presidente de la asociación convocante, Félix Arenas, explicó que «falta mantenimiento, parques y las infraestructuras viarias de las playas oriolanas tienen muchas deficiencias y para solucionarlo se necesita presupuesto, un 20% más». Los más de 200 concentrados subieron minutos después al salón de actos del Consistorio para reunirse en una asamblea que acabó en sorpresa cuando Arenas anunció que el alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana, estaba de camino. Minutos después llegaba el regidor en un momento en el que el ambiente estaba muy caldeado. Antes de poder decir nada una de las vecinas se dirigió a él para preguntarle «¿hasta qué punto nos podremos fiar de lo que diga?, porque luego todo es papel mojado». Algo que no gustó a Bascuñana, quien señaló «que me dejen primero explicarme que vengo a tomar nota de todo». Los vecinos tenían los ánimos encendidos tras decir el presidente de la Asociación de La Zenia, poco antes de la llegada del alcalde, que éste lo llamó el día anterior «muy indignado con la convocatoria de la manifestación».

Emilio Bascuñana, en un tono tranquilo al principio, y que fue elevando después con cierto enfado por las recriminaciones que le hicieron algunos de los asistentes, aseguró que «me llevaré deberes para tratar de hacer todo lo que me están pidiendo». Las principales reivindicaciones de los ciudadanos de Orihuela Costa y que ayer expusieron al regidor oriolano en esa improvisada asamblea, fueron la creación de un centro multicultural, que Bascuñana se comprometió a construir anunciando que se han destinado 50.000 euros para su proyecto; una comunicación directa con Orihuela y que se reponga la parada de autobús en La Zenia; la terminación del Centro de Emergencias, del que el regidor recordó que en breve se licitará tras aprobarse en pleno su partida presupuestaria; mayor presupuesto para la limpieza de calles y arreglo de los parques, lo que pusieron de relieve varios intervinientes y para lo que Emilio Bascuñana, que traía en un papel el desglose del presupuesto que se pretende aprobar a finales de la próxima semana, fue dando cifras (aumenta el doble del presupuesto en mantenimiento de parques y jardines a 650.000 euros para asfaltar viales) que no convencieron a algunos de los presentes, aunque la mayoría aplaudió que el regidor se desplazara en persona a dar explicaciones y se «mojara».

«Abra los ojos»

El cara a cara, inédito, entre vecinos y el alcalde se celebró en un ambiente de mucha tensión que acabó contagiando a Emilio Bascuñana quien, en varios momentos, dejó ver su vena menos tranquila. Una mujer del público le recriminó que todo lo que estaba contando «no lo veía por ningún lado», a lo que el alcalde le respondió «pues abra los ojos, señora».

No fue la única salida de tono del regidor quien dijo que «no es fácil ni cómodo estar aquí». «El compromiso de este alcalde con la Costa es total», dijo entre abucheos para continuar señalando que «les pediría que se informaran primero y si me critican háganlo con criterio y fundamento». Y reprochó a los vecinos que «si no me conocen no me clasifiquen entre los malos políticos (...) yo soy político por obligación ya que lo que soy de verdad es un médico que se dedica a intentar aportar, con humildad, lo que pueda mejorar la ciudad de Orihuela». Y amenazó con irse, incluso dejando el micrófono en la mesa, cuando varios vecinos le reprocharon «sus promesas». «Si no me dejan hablar me voy. Estoy dando la cara y no lo valoran. No soy responsable de lo que hicieron en años anteriores ni los de mi partido ni los de otros».

Lo que se quedó sin respuesta es la pregunta de cuánto dinero de impuestos recaudaba Orihuela Costa y cuánto recibía.