Vender más suelo público para generar ingresos. El Ayuntamiento de Orihuela ha iniciado un expediente para sacar a subasta cinco parcelas ubicadas en la costa, que suman casi 50.000 metros cuadrados y con las que se prevén obtener 8.920.289 euros. Se trata de terrenos calificados de uso residencial y que probablemente acabarán en manos de promotores que buscan construir nuevas viviendas.
Según la documentación que obra en ese expediente, se trata de tres parcelas en el PAU 26 cuyo valor se estima en 992.168 euros, 536.000 euros y 736.000 euros. A estas se les suman otras dos, emplazadas en «El Barranco». Una de ellas podría tendría un valor de 2.372.724 euros y la otra 4.282.086 euros. Esta última es la cuarta parcela con mayor extensión de las que dispone el consistorio y la tercera con mayor valor económico.
La venta de suelo público serviría al Ayuntamiento para financiar proyectos para los que no tiene presupuesto. De hecho, hace pocos días se aprobó una modificación de crédito para destinar 6,3 millones a un total de 47 obras. Ese dinero procedía igualmente de ventas de terrenos realizadas desde antes de 2005 y hasta 2014. Con esa inversión, la hucha del Consistorio procedente de la subasta de parcelas públicas se queda prácticamente vacía, por lo que el gobierno local (PP y Cs) pretende ahora llenarla otra vez para seguir invirtiendo.
En los presupuestos para 2017, que están en trámite, se prevé financiar proyectos con cargo a 868.804,98 euros que deben de salir de la enajenación de parcelas públicas. Ese hecho ha llamado la atención del PSOE, en la oposición, que se pregunta cómo se ha previsto ese ingreso concreto por venta de terreno público «cuando ninguna de las parcelas seleccionadas en el expediente tiene ese importe». El concejal Víctor Ruiz dijo que le sorprende porque «en el caso de que haya una subasta y se presente una oferta exactamente por ese importe para pujar por alguna parcela, que podrían ser dos de las del PAU 26, alguien tendrá que explicar cómo se sabía, antes de sacar públicamente a subasta estos terrenos, que el Ayuntamiento contaría con ese ingreso o uno similar».
Inversiones concretas
El edil socialista subrayó que le sorprende también que el equipo de gobierno de Bascuñana tenga esa seguridad en el ingreso como para fijarlo ya en las cuentas municipales y destinarlo a inversiones concretas. Unas de ellas, como la recuperación del Palmeral o la inversión en la antigua Caja de Monserrate, pretenden pagarse al 50% entre el presupuesto y lo que se saque de la subasta. Otras, se financiarían al 100% con la venta de parcelas, como la restauración de la torre de la Calle Torreta o la compra de los Saladares.
«Cabría preguntarse qué piensa hacer Bascuñana si no ingresamos esa cantidad, o si la subasta se queda desierta... ¿qué inversión de las que se ha encargado de anunciar a bombo y platillo dejará colgada? Hay algunas de ellas que forman parte directamente de los proyectos EDUSI, financiados con fondos europeos, cuya ejecución es obligatoria para que recibamos esos fondos», reflexionó.
Para los socialistas, el gobierno municipal está recurriendo a la venta de más suelo porque la liquidación del presupuesto 2016 ha destapado que el Ayuntamiento gastó 4,5 millones más de los que ingresó, «dejando centenares de facturas en el cajón». El PSOE admite que, estando en el poder la pasada legislatura, también vendió terrenos pero fue para «dar estabilidad y sanear las cuentas». Sin embargo, cree que el bipartito ahora lo vende «para cubrir sus propias púas y por la mala gestión y despilfarro del alcalde».
Deudas con promotores
Por su parte, el portavoz municipal, Rafael Almagro (PP), dijo que varias de esas parcelas tienen «cargas urbanísticas» ya que se adeuda a los promotores las cuotas de urbanización y «estudiamos la forma de hacerles frente». Aseguró que dicho expediente está en «fase de estudio».
