Las chicharras no querían competencia en el Parque Natural de La Mata. Lo dejaron bien claro en el "concierto" que dieron en su área recreativa junto al grupo de cámara de la Orquesta Sinfónica de Torrevieja (dos violines, viola y violoncello), con una excelente selección de obras de Händel, Bach, Mozart, Vivaldi y Corelli. Música barroca en el extraordinario escenario natural de la Laguna de La Mata, con permiso de los insectos, que acompañaron a los músicos en buena parte del recital.

Una idea de la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento, con la colaboración de la dirección del parque natural y que tuvo muy buena acogida.

El atardecer entre pinos y eucaliptos. Un público deseoso de sentir la fuerza espiritual de la música en un paraje de ensueño... Y las chicharras. Que se vieron usurpadas de su incomparable auditorio natural, y se presentaron allí sin invitación ni contrato del ayuntamiento, con su propia orquesta. A ver quién podía más.

Como poder, podían más las chicharras. Podían con los maestros de la Sinfónica, que aguantaron el tipo pese a la presencia de estos intérpretes "espontáneos". Y pudieron, en parte, con la música de los grandes. Ni Pequeña Serenata Nocturna de Mozart, ni Música Acuática de Händel. La auténtica serenata la dio esta orquesta de chicharras, que curiosamente, guardaba silencio o volvía a lo suyo en función de la melodía, como expertas melómanas.

Son los machos de esta especie de insecto también conocido como cigarras, los que entonan su conocido canto para atraer a las hembras. Unas pequeñas membranas duras situadas en los costados les sirven para emitir ese peculiar sonido, tan típico del verano. Aunque puede sonar a cualquier hora del día, se intensifica y es más frecuente al anochecer pudiendo alcanzar los 120 decibelios. Con esa intensidad y para consuelo de la orquesta torrevejense, ni la Filarmónica de Viena les hubiera callado en la Laguna de La Mata.

Experiencia pionera

Más de cien personas disfrutaron de este concierto único, que además contó con el visto bueno de la dirección del parque natural de las lagunas de La Mata, y en el que se recomendó al público no aplaudir al final de la interpretación de cada pieza, para evitar molestias a la avifauna, que encuentra cobijo entre los saladares y la laguna salada, situada a escasos metros de la zona pic nic. Aunque el concierto era con invitación, algunos de los visitantes del parque se encontraron por sorpresa con el recital y se quedaron hasta la puesta de sol a poniente, con la laguna y las sierras de Callosa y Orihuela de escenario final.

Este concierto ha sido un anticipo de una semana en la que Torrevieja va a acoger conciertos de música clásica de gran calidad de la mano del Festival Internacional de Jóvenes Orquestas que tiene una de sus sedes en el Auditorio Internacional de Torrevieja.