Con un repique de campanas se enteraron de la independencia y con el mismo sonido lo recordarán. Pilar de la Horadada celebra hoy que hace 31 años consiguió segregarse de Orihuela para ser un municipio independiente. La lucha no fue fácil ni tampoco rápida, pues se demoró durante medio siglo. Los últimos años fueron los más polémicos, con diversas manifestaciones y cortes de la carretera N-332 para exigir a Valencia que los escuchara. La ansiada noticia llegó el 30 de julio de 1986, cuando las campanas de la iglesia sonaron sin descanso para anunciar que lo habían conseguido.
Hoy se cumplen 31 años de aquellos hechos y el Ayuntamiento ha programado diversos actos para recordar y homenajear a aquella comisión vecinal que trabajó por la segregación. Entre los actos se incluye una misa a las 12 horas cantada por la Coral Horadada y el volteo de campanas y disparo de cohetes a las 17 horas desde la plaza de la iglesia para recordar el momento en el que se dio a conocer la independencia. A las 21 horas comenzará el homenaje a la comisión gestora, con la proyección de un documental y la presentación de un libro que narra los ocho meses de gestión del primero gobierno municipal, de octubre de 1986 hasta junio del 1987. Después habrá espectáculo musical.
El libro «Volteo de Campanas: Pilar de la Horadada vive su Segregación», editado por el Ayuntamiento y escrito por su directora de Cultura, María García Samper, recuerda que ya en 1936 el alcalde pedáneo presentó un documento solicitando la independencia de Pilar de la Horadada con un término municipal que abarcaría hasta los Dolses. La historiadora recuerda que la Guerra Civil paralizó el proceso y que los pilareños lo retomaron a final de la década de los años cincuenta, persiguiendo su propósito durante las dos décadas posteriores. Fue con la llegada de la democracia cuando sus reivindicaciones saltaron al panorama nacional, pues las dos comisiones pro ayuntamiento emprendieron una prolongada lucha presentando los expedientes de segregación.
Necesidades básicas
Tanto la Asociación de Vecinos como la de Amas de Casa contribuyeron de forma activa en el proceso. La entonces pedanía de Pilar de la Horadada «nunca había tenido las necesidades básicas cubiertas, pues carecía de alcantarillado, alumbrado público, asfalto de calles o consultorio médico. Se mostraba deficitaria en colegios, oficina de correos, limpieza de playas, recogida de residuos, entre otros servicios, aunque contribuía con los impuestos a acrecentar los fondos del cabildo oriolano, según se resume en la publicación».
En el año 1983 empezaron las manifestaciones hacia la carretera nacional 332, con los cortes de tráfico en la misma. Ese mismo año se cerró con una pared de obra los accesos a la oficina municipal que el Ayuntamiento oriolano disponía en Pilar de la Horadada. Se acudió a la televisión y el Defensor del pueblo intercedió por los pilareños. Al año siguiente el conseller de Gobernación visitó Pilar de la Horadada. En junio de 1985 se volvió a tapiar la oficina municipal.
«La negativa del Consell en marzo de 1986 desencadenó una fuerte reacción en Pilar de la Horadada, hasta el punto que se quemó el contenido de la oficina del Ayuntamiento oriolano en la pedanía, produciendo además huelga general, el corte de la carretera nacional a final de ese mes con vehículos desde Campoamor hasta San Javier y el corte de 24 horas, que comprende el sábado 5 y domingo 6 de abril», recoge la historiadora en la citada publicación.
Fue a través del Decreto del Consell 100/1986, mediante el que el 30 de julio Pilar de la Horadada se segregó oficialmente de Orihuela, constituyéndose como municipio independiente con una extensión de 78, 10 kilómetros cuadrados, que comprenden territorialmente desde Sierra Escalona hasta el Mar Mediterráneo y desde la urbanización de Mil Palmeras hasta la del Mojón. Entonces tenía una población superior a 6.000 habitantes y hoy en día más del triple.
