El vertedero de Fontcalent recibe anualmente 235.000 toneladas de basura, de las que cerca de 140.000 son generadas por la propia ciudad y otras 95.000 proceden de comarcas del sur de Valencia. Las instalaciones se reabrieron a los residuos de fuera en 2012, cuando el equipo de gobierno local levantó el veto después de casi tres años en los que se prohibió por la presión vecinal. Por cada tonelada que vierten, los municipios valencianos pagan 50 euros, que revierten en las arcas municipales, aunque la concesionaria se lleva una parte por tratar todo lo que exceda de las 6.000 toneladas al mes. Las instalaciones están gestionadas por una UTE -participada por Cespa, FCC, Cívica (Enrique Ortiz) e Inusa (anterior concesionaria)- a la que el Ayuntamiento de Alicante adjudicó el año pasado el servicio de limpieza y recogida de residuos por 420 millones para los próximos doce años, a una media de 35 millones anuales. s. escribano