La planta de transferencia de basuras de Alcoy, que prestaba servicio a las poblaciones de l'Alcoià y El Comtat, permanece clausurada desde el 19 de junio de 2013, a consecuencia de un Decreto de la Alcaldía. La medida se formalizaba después de doce sentencias judiciales que la catalogaban como ilegal porque fue construida a 700 metros del casco antiguo -cuando la legislación vigente marcaba un mínimo de 2 kilómetros- y en una parcela catalogada como de protección de bordes urbanos. La instalación fue construida por Vaersa con el apoyo del Ayuntamiento de Alcoy en la época en que José Joaquín Ripoll era vicepresidente de la Generalitat y Miguel Peralta alcalde y costó 2,4 millones de euros; los sucesivos recursos planteados, incluso al TS, resultaron infructuosos y la instalación tuvo que ser clausurada. El envío de basuras de Alcoy sin procesar a la planta de Xixona ha encarecido el servicio en 200.000 euros al año. m. candela