Las aguas no se han calmado en el PP de Orihuela tras las elecciones a la presidencia de los populares locales, como algunos quisieron hacer creer. La victoria de Dámaso Aparicio no ha hecho más que remover a quienes no lo apoyaban, empezando por el alcalde Emilio Bascuñana. Éste se adelantó unos días al triunfo de Aparicio, anunciando una remodelación del gobierno que consistió, básicamente, en quitarles competencias a los ediles cercanos a Dámaso Aparicio, quien en sus propias carnes, y bolsillo, fue uno de los más perjudicados por ese cambio de competencias y su salida de la junta de gobierno, al igual que Begoña Cuartero (son 2.000 euros menos de sueldo al año).

Tres de las cinco Comisiones Informativas que estableció el gobierno oriolano estaban presididas por concejales cercanos a Dámaso Aparicio. Por este motivo, Bascuñana también ha decidido sacarlos de la presidencia de las Comisiones. Lo hizo con Begoña Cuartero, que presidía la Comisión de Urbanismo y con el propio Dámaso Aparicio, que estaba al frente de la de Seguridad Ciudadana. Además, a éste se le apartó también de la Comisión Delegada de Asuntos Varios, una especie de cajón de sastre donde se debate todo lo relacionado con temas tan dispares como Bienestar Social, Sanidad, Deportes, Limpieza Viaria, Industria, Mercados, Comercio, Agricultura o Transporte. Ésta estaba presidida por Noelia Grao, otra de las ediles afines al presidente del PP local. Hasta el jueves, que fue sustituida por Miguel Ángel Fernández, que no acudió. Grao tampoco asistió aunque sigue en la comisión como sustituta.

De «surrealista» fue calificada ayer esa comisión informativa que se celebró el pasado jueves a petición del PSOE por la inversión anunciada para la zona deportiva de la pedanía de Molins. En la votación para el cambio de presidencia, el PSOE no permitió que Víctor Valverde, edil de deportes, votara porque no era ni titular ni suplente lo que provocó la paradójica escena de que PP y Cs perdieran esa votación para el cambio de presidente. No obstante, el Secretario señaló que se debió permitir el voto del popular porque el acuerdo de creación de comisiones deja que cualquier edil pueda votar al usar el sistema de voto ponderado. Se repitió la votación que, esta vez, eligió al edil Fernández.

Sin embargo, el caos que inició esa comisión seguiría. El edil de Deportes, Víctor Valverde, realizó la comparecencia en la propia comisión por un error de PP y Ciudadanos, ya que el PSOE lo que solicitaba era que lo hiciera en el pleno ordinario. No obstante, esto no ocurrirá porque PP Y Cs votaron en contra de dicha propuesta.

Insuficiente

La comparecencia de Valverde, no obstante, sirvió para saber qué se cuece en esa anunciada inversión para Molins y que según denunció ayer el PSOE no se hará todo lo que se prometió. La portavoz socialista, Carolina Gracia, aseguró que el concejal admitió que los 200.000 euros previstos para acometer la zona deportiva de la pedanía de Molins «son insuficientes para llevar a cabo todos los trabajos prometidos». «Hoy los vecinos tiene que saber que el PP los engañó».

La memoria que realizó el gobierno oriolano está valorada en más de 657.000 euros e incluye, como se anunció, un campo de fútbol de césped artificial, una pista multiusos (baloncesto, balonmano), una pista de pádel, otras de petanca, dos edificios para vestuarios, gradas de obra y aparcamientos. Además, se tiene que realizar el proyecto para que comiencen las obras y que aún no se ha hecho. Sin embargo, el ejecutivo sólo ha reservado poco más de 200.000 euros a través de una modificación de créditos que aprobó en pleno y que darán para el campo de fútbol y los vestuarios. Aunque se anunció que ese dinero se destinaría a la primera fase de los trabajos, según los socialistas en la memoria se incluyen todas las obras con un plazo de ejecución de seis meses.

La zona deportiva se va a ejecutar en unos terrenos que el Ayuntamiento ha alquilado a unos particulares por 15 años más otros 5 prorrogables a razón de 1.633 euros al mes, que lleva pagando desde el pasado mes de febrero.