? El gobierno local insiste en que no tiene ninguna intención de dar prioridad al pago de préstamos y se pregunta qué haría el PP, que le acusa de ser «amigo de los bancos», cuando la legislación del propio PP impone que primero se pague deuda, antes de atender inversiones. El gobierno prefiere amortizar los préstamos, para evitar seguir pagando intereses -que es lo que buscan las entidades financieras para tener «atadas» a la administración-. Pero lo cierto es que con esa obligación del Ministerio de Hacienda, y si la modificación de crédito prospera, la deuda con los bancos podría quedar al filo de los 30 millones de euros cuando en 2012 alcanzó casi los 75 millones. Menos de la mitad.