Un jurado popular ha declarado culpable de homicidio a un septuagenario británico acusado de matar a su pareja a bastonazos en su casa de San Miguel de Salinas, según han informado fuentes jurídicas. El veredicto fue emitido por siete votos favorables y dos en contra, al término de un juicio que se inició el pasado lunes en la sección séptima de la Audiencia de Alicante, que tiene su sede en Elche.

El tribunal ciudadano considera probado que el procesado causó la muerte a su pareja, también británica, y ha rechazado que su comportamiento se viera influido por la ingesta de alcohol o un trastorno mental. Los hechos ocurrieron el 14 de septiembre de 2014, cuando la pareja mantuvo una riña por motivos económicos durante la que el sospechoso mató supuestamente a golpes a su compañera sentimental.

La fiscalía, la acusación particular y la acusación popular, que ejerce la Generalitat al tratarse de un crimen de violencia machista, aseguraban que el procesado aprovechó que la víctima había caído al suelo y no podía levantarse para presuntamente golpearla varias veces con un bastón de caminar.

Las acusaciones sostenían que el supuesto agresor no había dado a la mujer oportunidad alguna de defenderse, por lo que debía ser condenado, como autor de un delito de asesinato, a 19 años de prisión. Sin embargo, el jurado no ha apreciado esa alevosía y solo lo ha encontrado culpable de homicidio, un veredicto que deberá ser plasmado en una sentencia por la magistrada de la Audiencia de Alicante que ha dirigido la vista oral, según las fuentes consultadas.

El tribunal ciudadano también ha considerado probado que el acusado se deshizo dos días después del cadáver en un paraje rural de la vecina localidad alicantina de Algorfa, donde lo ocultó bajo unas ramas de árboles recién podados. Igualmente, el jurado ha dictaminado que el presunto homicida fingió ante los conocidos de la pareja que la mujer había desaparecido y presentó la correspondiente denuncia ante la Guardia Civil.

En marzo de 2015, el acusado acabó confesando el asesinato a los agentes de la Benemérita que lo detuvieron y se disponían a registrar su casa y su vehículo, confesión que ratificó días después en un juzgado de Torrevieja. Durante el juicio, en cambio, modificó su versión y calificó de "accidente" la muerte de su compañera sentimental, tras explicar que ésta se había golpeado la cabeza con la encimera de la cocina después de que él le diese un empujón.