A tan sólo unos días del comienzo oficial de los festejos de La Reconquista y de Moros y Cristianos de Orihuela hay una cosa clara: hay muchas ganas de fiesta en la ciudad. Y ayer lo evidenciaron los festeros que llenaron el Teatro Circo «Atanasio Die» para asistir al acto de Exaltación Festera, el que da el pistoletazo de salida a unos días intensos en la ciudad.

Este año, en el ambiente, había un cierto tono de solemnidad por la importancia que han alcanzado estas fiestas, tras ser declaradas hace unos días de Interés Turístico Nacional.Interés Turístico Nacional Y ese reconocimiento estuvo en todos los discursos de aquellos que tomaron la palabra en el escenario.

Por lo demás, se cumplió el mismo guión de todos los años. Se nombraron oficialmente a los embajadores Moro y Cristiano de 2017, Rafael García Terrés, de la Comparsa Moros Almorávides, que lidera el bando de la media luna, y José Manuel Fernández Gutiérrez por el bando de la cruz, de la Comparsa Caballeros Templarios. Ambos recibieron el escudo de oro de la Asociación de Fiestas de Moros y Cristianos «Santas Justa y Rufina», de manos de su presidente Pepe Vegara.

Los embajadores presentaron a las abanderadas y abanderados de cada comparsa, que recibieron una insignia. La pregonera de las fiestas fue Loli Sánchez Mateos y el glosador del pregón, José Antonio García Gamuz.

Antonio Luis Gálvez Carrillo, como Alcaide del Castillo, recibió la llave nazarí que simboliza la noche de la guerrilla que se representará en unos días. Durante el acto hubo un reconocimiento a dos Festeros de Honor, Daniel Hernández Pastor y María Dolores Sánchez Martínez.

Investidura

Sin duda, el momento más especial de la noche fue el traspaso del toisón por parte de la Armengola saliente, Gloria Valero, a la entrante, Concepción Cabrera Irles. La nueva heroína de Orihuela también recibió la vara de mando de la ciudad de manos del alcalde, Emilio Bascuñana.