Ferris Hills, empresa propietaria del suelo en el que se ubica el palmeral, considera como «arbitraria» e «injusta» la decisión de deslindar el tramo de via pecuaria de la Cañada Real de la Costa, que discurre en primera línea del litoral, dentro del proceso iniciado por el Ayuntamiento de Torrevieja para una posible revocación de la licencia que otorgó a la empresa para vallar la finca. La iniciativa de deslindar habría sido comunicada verbalmente por la Generalitat al Ayuntamiento, dentro de ese procedimiento. Ese vallado provocó un amplio rechazo vecinal, que bautizó la obra como el «muro de la vergüenza».

La empresa asegura que es arbitrario pedir el deslinde de un tramo de vía pecuaria de apenas 565 metros lineales, cuando en la provincia hay 980 vías pecuarias con 3.523 kilómetros y solo están deslindados 23 kilómetros. Argumenta que nadie se ha ocupado de deslindar las dos vías pecuarias que atraviesan el término de Torrevieja -la Colada de las Cumbres y la Cañada Real de la Costa- desde que la legislación recogiera su trazado en 1975. Algo que, recuerda la misma fuente, a efectos del registro de la propiedad implica que «no existen». De hecho, el texto refundido del actual PGOU, realizado en 2016, tampoco las recoge y se pregunta si la concejala de Urbanismo, Fanny Serrano, que «también es edil de Medio Ambiente» ha pedido que se deslinden las dos.

La misma fuente recuerda que la Cañada Real de la Costa afecta, antes de llegar a Ferrís Alto, a la urbanización Punta Prima, Rocío del Mar con sus edificios de torres de Sea Senses (TM) y por el restaurante Nautilus, edificado, siempre según la nota de prensa de la firma, sobre terreno público según la delimitación marítimo terrestre. Y al norte a Mar Azul, La Veleta, el barrio de San Roque, el solar donde Baraka quiere construir dos rascacielos de 26 alturas, el campico San Mamés con un proyecto de tres rascacielos de Metrovacesa. La empresa cuestiona que la edil no se pronuncie sobre ese deslinde oficialmente tras hacer unas declaraciones en las que aludía a ese procedimiento, ni tampoco sobre su propuesta de «cesión» del palmeral a cambio de obtener algún tipo de aprovechamiento urbanístico en la misma parcela.

Sobre la propuesta de urbanizar y ceder

La concejala de Urbanismo, Fanny Serrano, explicó ayer que sí ha respondido a esa petición de Ferris Hills «por la vía administrativa y no por burofax» a la petición de información de la empresa sobre el deslinde, y aseguró que desconoce si la Cañada Real discurre por la zonas que cita la empresa. También indicó que ha defendido el derecho de los particulares a vallar, y explicó que en caso de que se revoque la licencia sería para retranquear el vallado, no para anular.

La edil también explicó que el expediente de revocación de la licencia ha caducado. Aunque el Ayuntamiento informó a la empresa y ésta presentó alegaciones, el procedimiento no se podía cerrar sin el deslinde propuesto. Ahora se archivará este expediente y se iniciará otro, que es lo habitual en este tipo de expedientes cuando uno de los trámites no está preparado.

Por otra parte, la concejal aclaró que el Ayuntamiento no tiene intención de valorar ninguna propuesta de «cesión» del palmeral de Ferrís a cambio de permitir la urbanización parcial de la misma finca junto a la Nacional-332. Esa es la alternativa que ha puesto sobre la mesa la empresa para intentar eludir la protección de su suelo en el Plan de Infraestructura Verde del Litoral (Pativel) de la Generalitat. Ese plan protege toda la parcela de Ferrís Alto y lo haría, en caso de confirmarse, con un instrumento urbanístico supramunicipal que dejaría sin opciones de reclasificación el terreno.

La edil explicó ayer que cualquier cambio en el planeamiento urbanístico de relevancia en Torrevieja está supeditado a una revisión del PGOU que en estos momentos no está ni adjudicada. Y que si en el momento de revisarse el PGOU, el Pativel ya está vigente, se adaptará a esa figura. Serrano dijo además que no hay constancia en urbanismo de que se haya presentado plan alguno o propuesta de urbanización.