La rocambolesca situación vivida ayer en el pleno de Orihuela, con la ausencia de cinco ediles del Partido Popular (PP) frente a una oposición (PSOE y Cambiemos) que tomó las riendas, convirtió al alcalde, Emilio Bascuñana, en el blanco de todas las críticas.Los reproches llegaron hasta de su socio de gobierno, Ciudadanos (CS), que criticó «la deriva» del grupo popular motivada por sus luchas internas de poder. Ello cuando se estaba abordando un asunto tan importante como liberalizar el régimen legal de venta de viviendas de protección oficial; una operación mediante la que se «beneficiaba» a un promotor sin que el municipio obtuviera ningún tipo de contrapartida. Y mientras caía ese chaparrón sobre el Ayuntamiento, el regidor se desplazó 30 kilómetros hasta la Costa para escenificar la izada de banderas azules.

«La extraña ausencia de concejales del grupo popular en el pleno es una irresponsabilidad y un absurdo que Orihuela no se merece. Ya advertimos de que esto no puede ser, que los conflictos que puedan existir en el seno del PP por la elección de su presidente local terminen afectando al gobierno y a toda la ciudadanía», valoró ayer el partido naranja. De igual forma se apuntó que «lamentarían profundamente que el Urbanismo en Orihuela fuera de nuevo un motivo de problemas para el Ayuntamiento así como un rehén en manos de según qué intereses particulares frente al interés general».

El portavoz de Cs, Juan Ignacio López-Bas, dijo que su grupo se abstuvo en la votación sobre la urgencia de la convocatoria porque «abstenernos daba la oportunidad al PP de sacar adelante con sus concejales una propuesta que no compartimos, pero cuyo planteamiento hubiéramos tenido que asumir desde nuestra posición de gobierno en coalición, sin perjuicio de nuestra obligación de poner de manifiesto lo que no nos gusta».

Por parte de la oposición socialista, Carolina Gracia valoró ayer que lo ocurrido en la sesión «evidencia la inestabilidad del gobierno y la guerra en el PP»; y apuntó que llegados a este punto, el pacto de gobernabilidad con Cs «ha dejado de tener sentido». Lo que Gracia defendió ayer es que Bascuñana convocó ese pleno de urgencia para «salvar su estatus» de alcalde.

«No es lógico ni coherente la tardanza en tramitar este expediente. Han querido justificar una urgencia que no puede justificarse porque en todo momento los responsables de la tardanza han sido los miembros del gobierno y en todo caso el alcalde y los concejales que han dirigido Urbanismo en esta legislatura». Durante la sesión plenaria, Gracia aseguró que el promotor de las viviendas inició el trámite en agosto de 2015 «y estamos a junio de 2017, por lo que han pasado casi dos años con el expediente en el cajón».

Beneficios

«Nos alegramos de que gracias a esa minoría al menos no se haya conseguido el beneficio de unos pocos, que era lo que entendía el PSOE. No nos parece lógico, aunque sí legítimo y respetable, que un promotor pueda solicitar eliminar 650 de VPO, pero no nos parece coherente que el gobierno tenga que acceder a esa solicitud en base a ningún tipo de interés, porque no nos dicen ni nos justifican cuál es», prosiguió la socialista.

Por su parte, la concejala de Cambiemos Marta Guillén criticó también que el equipo de gobierno «ha acelerado la maquinaria de la administración local pero no al servicio de la gente, sino de un gran promotor urbanístico para que pueda vender como vivienda libre y hacer del derecho a la vivienda un negocio. Ello mientras todos los expedientes están paralizados durante meses. Han tomado la decisión política de priorizar este expediente por encima de los demás», prosiguió. En opinión de Cambiemos, con el pleno de ayer «una vez más el alcalde ha querido diluir sus responsabilidades ya que no había justificación para que este asunto llegara por urgencia. Es una cuestión que llegó a Urbanismo hace más de un año, y si han tardado tanto en llegar es por el caos y el absoluto desastre que hay en el departamento de Urbanismo».