? En cuanto a las naranjas primerizas como la Navelina, el precio fue bajo, raspando incluso los costes de producción y situándose entre los 0,18-0,20 céntimos el kilo. Por su parte, las naranjas de media estación o tardías como la Navelate o Lane Late, se vendieron en origen a precios aceptables de 0,30 céntimos. Las tardías como la Navel Powell y la Chislett Summer se vendieron a alrededor de 0,50 céntimos el kilo, con lo que el agricultor ha registrado buena rentabilidad. Desde Asaja destacan que sí se salvaron de una campaña catastrófica las mandarinas tardías. La Clemenvilla y la Hernandina se vendieron a buenos precios, alcanzando los 0,40 céntimos el kilo en origen. La Nadorcott llegó a estar entre los 0,70-0,80 céntimos el kilo.