Guardamar quiere potenciar como atractivo turístico uno de sus tesoros arqueológicos, la Rábita Califal del siglo X, y programará visitas guiadas este verano para darlo a conocer.

Será la primera vez que el municipio organice la apertura regular de este yacimiento, que recibirá visitantes en principio dos días por semana. La iniciativa servirá, además, para testar el interés de los turistas por conocer la historia de este lugar antes de que se construya el Centro de interpretación que la Generalitat quiere tener listo antes de un año.

La concejala de Cultura, Pilar Gay, explicó ayer que con «La Senda de la Historia», una visita que se realiza en un tren turístico, ya se da a conocer y se explican las particularidades de este yacimiento, pero ahora se quiere ir más allá y explorar la viabilidad de presentarlo como un recurso independiente.

El objetivo pasa por ofrecer una excursión más completa. En ese sentido, la edil anunció que también se programará una actividad llamada la Noche de la astrología. En ella participarán astrónomos que explicarán a los visitantes por qué se eligió este emplazamiento para levantar viviendas en torno a las dunas y en base a la posición de las estrellas. Incluirá diversas actividades para niños y para mayores. Esto se realizará en el mes de agosto, aunque el día todavía está por determinar.

Gay señaló que con estas nuevas actividades se quiere impulsar el turismo en los yacimientos, aunque por ahora sólo se hará en la Rábita Califal, el único conjunto monacal islámico del período Omeya Andalusí, del siglo X-XI, que se conserva casi en su totalidad.

Según se recoge en la web turística municipal, esto fue posible gracias a que tras su abandono a mitad del siglo XI, como consecuencia de la guerra civil sucesoria que sufrió el Califato, toda la rábita quedó enterrada y a salvo de las agresiones. «Así transcurrieron casi novecientos años, oculto bajo las arenas, hasta que en 1897, durante los trabajos de repoblación forestal, se encontró una lápida con inscripciones en árabe».

Sin embargo, el otro yacimiento, la ciudad portuaria fenicia de La Fonteta que data de los siglos VIII al VI antes de Cristo, no podrá abrirse por ahora a las visitas. El motivo es que se necesita realizar trabajos de consolidación que se deberían haber hecho hace tiempo pero que no se han materializado. En consecuencia, algunas estructuras corren peligro de desprendimiento.

Nuevas excavaciones

Para evitar más daños y garantizar su protección, la Conselleria de Cultura está redactando ya los pliegos para sacar a licitación un proyecto que consiste en la conservación y nuevas excavaciones en el yacimiento, con un presupuesto de 866.125 euros, y también la construcción de ese Centro de Interpretación, con otros 309.860 euros.

Según detalló la directora general de Cultura y Patrimonio, Carmen Amoraga, el proyecto de recuperación de las dunas arrancará a finales de este año y los trabajos del Centro de visitantes, que durarán tres meses, se llevarán a cabo durante el primer trimestre de 2018.

Si las previsiones se cumplen, dicho espacio debería de estar listo antes del próximo verano. Desde el Ayuntamiento confían en que esta vez sí llegue la inversión para preservar uno de los yacimientos más importantes de la comarca, pues la Generalitat ha anunciado en diversas ocasiones que dotaría fondos pero nunca se han recibido.