La calle conocida como «ruta del mueble» de Almoradí, ubicada en la carretera CV-912, ganará en accesibilidad con la incorporación de dos carriles para bicis y peatones y otras medidas que buscan mejorar la seguridad. Se trata de un vial con dos carriles de circulación y muy transitado por vehículos -muchos de ellos pesados- pero carece de aceras y ciclovías, por lo que viandantes y ciclistas la cruzan a diario a través de un pequeño arcén, con el peligro que supone.

La inversión del proyecto de mejora asciende a 400.000 euros y ha sido impulsado por la Generalitat Valenciana a través de la Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio que dirige María José Salvador.

En concreto, la obra en la carretera CV-912 se divide en cuatro actuaciones. La primera es crear las citadas dos bandas ciclo-peatonales laterales, de 2,50 metros de ancho, adosadas a la calzada de circulación y a su misma cota, que estarán separadas de la misma mediante un bordillo discontinuo. La segunda es la implantación de una mediana en el eje de la calzada, de modo que quede notablemente reducido el riesgo de accidentes por choques frontales y físicamente impedido cualquier giro a la izquierda. También se ejecutarán varios pasos de peatones sobreelevados.

En tercer lugar, el proyecto incluye la mejora de la intersección de la carretera CV-912 con la carretera CV-901, que da acceso al municipio de Daya Nueva. En este punto se incluirá una nueva rotonda.

Por último, se producirá el refuerzo y renovación superficial del pavimento con el fin de detener la degradación del firme y mejorar la textura de la capa de rodadura, un factor que está considerado de gran importancia para la seguridad de la circulación de los vehículos, ya que incrementa de manera sustancial la adherencia del neumático con el pavimento, según explicaron ayer fuentes de la citada Conselleria.

La actuación contempla también la reposición de toda la señalización horizontal y vertical.

Industria y comercio

La citada carretera, en su acceso noreste a Almoradí desde la autopista AP-7, atraviesa una zona de notable actividad industrial que adolece de múltiples accesos, que están además desordenados y mal canalizados, lo que representa un cierto riesgo de accidentes y un obstáculo a la movilidad peatonal y no motorizada. Además en la zona se emplazan múltiples comercios, sobre todo vinculados al sector del mueble, por lo que son muchas las personas de Almoradí y de otros municipio de la Vega Baja las que acuden a este punto. El tramo de acceso a la población en el que se ha empezado ya a trabajar soporta una intensidad de tráfico de 2.638 vehículos al día, según los cálculos de los técnicos de la Generalitat.