La insólita situación que vive el Ayuntamiento de Albatera nadie sabe cómo acabará, aunque el desenlace se prevé más pronto que tarde. La alcaldesa, Rosario Ballester (UPyD), debería de haber dimitido ayer para devolver la vara de mando a la socialista Rosa Guillén, pero esa dimisión no se formalizó porque la regidora está de baja médica. La Alcaldía rotatoria entre ambos partidos fue uno de los acuerdos que se incluyó en el pacto sellado a principio de legislatura. Pero ese pacto está hoy roto porque ya no son nueve concejales los que lo mantienen, sino ocho. Para que el bipartito siga gobernando será necesario el voto de Milagros Pérez, que abandonó el grupo socialista. La edil exige ahora que se renegocie el acuerdo inicial, en el que también estaba incluido Ciudadanos, para renovar su apoyo. Su exigencia es clara: que dicha negociación sea pública y pueda ser retransmitida por la televisión local.

Es evidente que el tripartito se ha debilitado en los primeros dos años de legislatura, pues ha perdido la mayoría absoluta. La situación llevó a Rosario Ballester a afirmar que antes de dimitir tenía que quedar claro si el PSOE obtendría los votos suficientes para coger las riendas del gobierno. Nadie lo cuenta, pero hubo tensión porque el grupo socialista registró entonces un escrito en el que exigía a Ballester que dimitiera el día 21, tal y como estaba estipulado. Pero la dimisión no llegó porque Ballester pidió la baja el mismo día que INFORMACIÓN publicaba que un juzgado de Orihuela ha decidido abrir una investigación por cuatro delitos tras una querella entre los propietarios de dos terrenos, un asunto en el cual se cita a la regidora como investigada.

Todo apunta a que Mila Pérez tendrá la última palabra, aunque ella mantiene que la responsabilidad recae en el tripartito. Recuerda que se fue del gobierno y pasó al grupo de no adscritos por su discrepancia con que se pagaran sobresueldos -productividades- a los funcionarios habilitados nacionales y exigió que se regulara mediante la figura del complemento específico. «Tras siete meses advirtiendo que eso era irregular, me fui a denunciarlo a Fiscalía porque yo entré al gobierno para cambiar las cosas, era un compromiso que teníamos», dice Pérez. La edil señala que ese no fue el único acuerdo que se incumplió ya que, según ella, Rosa Guillén debería de haber tenido un sueldo como alcaldesa de 2.500 euros y sin embargo se aprobó uno de 3.100 euros. La exedil socialista dice que por todo ello, y para que no se tergiverse, quiere que se grabe la próxima negociación y que los vecinos la vean.

«Hay margen»

«Sigue habiendo margen para negociar, quiero que el tripartito (PSOE, Cs y UPyD) siga, pero no dándole carta blanca para que haga lo que quiera. Si no hay un pacto me abstendré en la votación». Si eso pasa, el PP recuperaría la Alcaldía, al tener 8 concejales y ser la lista más votada en las elecciones. No obstante, el partido tampoco pasa por su mejor momento a nivel local. Ana Serna y Vicente Serna se disputarán la presidencia tras no haber una lista de consenso. Además, el hasta ahora líder, Federico Berná, estaría preparando ya su salida de la política local en un momento en el que está siendo investigado por haber pagado esos sobresueldos a los habilitados nacionales tras la denuncia de Mila Pérez en Fiscalía. Así las cosas, el tripartito tiene margen para negociar una reedición del pacto inicial hasta que Rosario Ballester se recupere, un periodo que podría demorarse hasta dos meses. Nadie sabe qué pasará entonces.