Una denuncia y un hilo del que la Guardia Civil de Alicante ha tirado ha destapado una de esas historias sórdidas que la sociedad nunca cree que puedan pasar. La última ha ocurrido en Torrevieja y tiene como protagonista a un hombre de 52 años, de nacionalidad portuguesa e indigente que fue detenido la semana pasada por un delito sexual, tal y como ya publicó INFORMACIÓN.

El Instituto Armado ha hecho pública una nota ahora en la que da más datos, algos extremecedores, porque también le acusan de un delito de corrupción de menores, otro de tenencia de pornografía infantil y otro de apropiación indebida. Sus víctimas fueron dos menores de 12 y 13 años y la Fiscalía del Menor ahora investiga si la madre de ambos hacía dejación de funciones porque los dejaba en la calle mientras entraba a un local de juegos en los que no podían entrar.

La historia comienza por una denuncia que en un principio no revestía mayor gravedad. Un ciudadano acudió a las instalaciones de la Guardia Civil en Torrevieja diciendo que quería denunciar a un hombre por no haberle devuelto la tablet que le dejó prestada, relata la Comandancia en un comunicado. Comenzó contando que conocía a esta persona por ser un hombre sin hogar que pernoctaba de forma habitual en el hueco de un cajero automático, en un local donde antes había ubicada una entidad bancaria, y que le había dejado su dispositivo electrónico por unos días, pero que cuando se la pidió ya no se la devolvió. Fue entonces cuando sorprendió a los agentes al añadir que hacía un mes, observó a este hombre realizándose tocamientos en sus partes íntimas, en presencia de un niño de 12 años, mientras le mostraba vídeos de naturaleza pedófila.

Las labores de la Guardia Civil se centraron inmediatamente en dar con el niño y con sus progenitores para corroborar la veracidad de lo que este hombre contaba. «Así se identificó al menor al día siguiente de la denuncia. El niño contó que este hombre le había enseñado hasta en tres ocasiones vídeos de carácter pedófilo y con contenido homosexual para adultos, mientras el hombre se realizaba tocamientos. El menor también aseguró a los investigadores que le había ofrecido 10 euros a su hermano de 13 años a cambio de mantener sexo oral, sin que esto último se llegara a producir. La posterior manifestación del hermano confirmó la proposición. La madre, que estaba presente en las declaraciones, alegó que había dejado a los menores en el cajero cercano a un local de juegos, en compañía de esta persona, mientras ella estaba dentro de ese local», añade la nota.

El autor de los hechos ingresó en prisión y sin fianza. La Guardia Civil incautó los dispositivos electrónicos donde guardaba el contenido relacionado con la pornografía infantil que, finalmente fueron un móvil y tres tablets. Tras los hechos, el dueño del local ha instalado una persiana metálica, para impedir el acceso de personas, mientras es alquilado.