El municipio de Bigastro es el que ha experimentado un mayor descenso del número de días en el que paga las facturas a sus proveedores. Si durante el último trimestre de 2016 el dato fue de una media de 237 días, en el informe que analiza de enero a marzo de este año se redujo hasta los 38 días.

La alcaldesa de la localidad, Teresa Belmonte, explicó que la mejora se ha debido a que el Ayuntamiento ha venido aprobando expedientes extrajudiciales de crédito para saldar facturas atrasadas que estaban pendientes de pago. Belmonte asegura que en lo que va de legislatura han saldado casi 900.000 euros, mientras que quedan otros 100.000 euros.

La razón por la que el periodo medio de pago a proveedores se disparaba en esta localidad es, según la regidora, porque había facturas atrasadas desde hacía varios años, lo que aumentaba la ratio. Según Belmonte, los gastos del día a día se abonan en una media de 15 días y las nóminas de los trabajadores se pagan a tiempo, un dato a resaltar teniendo en cuenta que en ese Ayuntamiento se han llegado a registrar retrasos de hasta cuatro meses.

No obstante, la situación económica de Bigastro sigue siendo preocupante desde el punto de vista de la sostenibilidad. Según el equipo de gobierno, el Ayuntamiento acumula una deuda reconocida de unos 13 millones de euros. Sin embargo, esa cifra es muy probable que aumente si se tiene en cuenta que en los juzgados existen reclamaciones que suman otros 14 millones de euros más.

Este hecho llevó al Ayuntamiento a pedir socorro al Ministerio de Hacienda. Lo que pretende el equipo de gobierno es que se apruebe un plan de refinanciación total a largo plazo para poder pagar poco a poco dado que de otra forma piensan que será imposible afrontar la deuda. Hasta el momento no lo han conseguido, pero siguen negociando.