La Concejalía de Patrimonio Histórico y Natural de Rojales, dirigida por Inmaculada Chazarra, ha puesto en marcha una campaña de concienciación ciudadana para que sean respetados los nidos de diversas especies insectívoras migradoras que pasan los meses de primavera y verano en la localidad. Especialmente la campaña se refiere a "Aviones Comunes, Golondrinas Comunes y Vencejos Comunes" especies protegidas a nivel nacional y europeo, así como sus pollos, nidos y huevos. Recuerda que destruirlos esta considerado como una infracción "grave" sancionable con multas de 5.001 a 200.000 euros.

La campaña consiste principalmente en la distribución por todo el municipio de carteles donde se informa de las consecuencias que pueden derivar de la destrucción de sus nidos. La concejal destaca que este tipo de aves son muy beneficiosas ya que se alimentan de una gran cantidad de moscas y mosquitos durante el periodo primaveral y estival. Y destaca que cada ejemplar puede comer unos 60 insectos a la hora, unos 850 insectos diarios, es decir unos 150 gramos de insectos al día por cada golondrina.

Desde el Ayuntamiento aseguran que en Rojales es fácilmente ver estas tres especies. La más numerosa es el Avión Común que hace sus nidos, con barro recogido en las orillas del río Segura, en los aleros de las viviendas. Su color es negro y blanco. La Golondrina común es más difícil de observar ya que prefiere terrenos agrícolas. En el caso de Rojales es muy visible en el cauce del Segura. Cría en casas de huerta. La cola ahorquillada con las plumas externas muy alargada y un collar negro, con babero y frente roja son sus características identificatorias. La tercera especie es el Vencejo común, de mayor tamaño que los anteriores, con un plumaje totalmente negro. Se reproduce y agujeros de edificios.

Protección legal

Golondrinas, aviones y vencejos son aves protegidas por las leyes europeas y nacionales (Directiva Europea de Aves y Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial). Además, la legislación ambiental nacional también protege a las crías y los huevos, y prohíbe expresamente "la destrucción o deterioro de sus nidos" o "La destrucción del hábitat" (Ley 42/2007), de manera que si se si destruyen los nidos se estarían infringido varias leyes, y se estaría cometiendo una infracción "grave", sancionable con multas de 5.001 a 200.000 euros.

"Hay que recordar que nadie puede retirar los nidos una vez que están instalados, salvo que se solicite una autorización excepcional del organismo autonómico competente en medio ambiente. Y, en tal caso, sólo podría hacerse bajo unos supuestos muy concretos, siempre cuando no tiene lugar la época de cría y si no existe una solución satisfactoria a la retirada del nido", apuntan desde el Ayuntamiento.