El exalcalde de Bigastro Raúl Valerio Medina (PSOE) reconoció ayer la comisión de un delito de malversación de fondos públicos y aceptó una condena de un año de cárcel y tres de inhabilitación por mal uso de la tarjeta de crédito municipal. De igual forma deberá devolver al Ayuntamiento 14.000 euros (y no 23.000) de forma solidaria junto con el exinterventor del Ayuntamiento, Antonio Saseta.

La sentencia fue dictada ayer por la sección VII de la Audiencia, con sede en Elche, que suspendió la continuidad del juicio después de que los acusados llegaran a un acuerdo con la Fiscalía Anticorrupción y el Ayuntamiento. En un principio ambos se enfrentaban a una pena de cuatro años de prisión y 10 de inhabilitación. Dichas peticiones de pena fueron rebajadas tras aplicarles los atenuantes de reconocimiento voluntario de los hechos y reparación del daño. Según trasladó ayer Efe, los dos acusados ya han devuelto a las arcas municipales 5.000 euros de los 14.000 euros en los que se fijó la cantidad malversada. Lo restante lo abonarán en 24 plazos. Tras reconocer los hechos y aceptar la pena propuesta, el juez dictó ayer sentencia y disolvió el jurado.

Valerio Medina y Saseta se sentaron en el banquillo de los acusados en relación a unos hechos ocurridos entre 2009 y 2011, cuando el entonces alcalde gastó casi 23.000 euros con una tarjeta de crédito municipal destinada al pago de gastos de representación y de dietas relacionadas con sus funciones públicas. El Ministerio Público y la acusación particular lo acusaban de haber cargado gastos sin ningún tipo de justificación en bares y restaurantes. Por su parte al exsecretario se le acusaba de dejación de funciones al no fiscalizar los pagos que realizó el entonces regidor. La sesión comenzó el pasado martes y era un jurado popular el que debía decidir si el socialista y el técnico eran culpables o inocentes.

La versión de Raúl Valerio Medina cambió de un día para otro. En la sesión anterior, la del martes, el exregidor negó los hechos que se le imputaban y defendió que todos los gastos estaban justificados en relación a su actividad como alcalde. Dijo que en su día entregó los tiques de los cargos de la tarjeta en el Consistorio y que lo único que hizo fue continuar con el sistema que utilizaba su antecesor, José Joaquín Moya.

Dimisión

Valerio Medina llegó a la Alcaldía tras la dimisión de su antecesor en noviembre de 2008 tras ser detenido por la Guardia Civil dentro de una investigación por supuesta corrupción. En 2011 el PSOE no revalidó la mayoría absoluta y la vara de mando pasó a Charo Bañuls (PP).Fue bajo su mandato, en 2013, cuando el Ayuntamiento denunció la supuesta malversación, en un momento en el que Raúl Valerio Medina era portavoz de la oposición, diputado provincial y las arcas municipales estaban prácticamente en bancarrota.

Apuntes

Entre los apuntes contables de la tarjeta de crédito vinculada al Ayuntamiento y de la que era titular Medina aparecían multitud de cargos en algunos de los restaurantes más selectos de la comarca y de la provincia. Algunos de los gastos se realizaron durante los fines de semana. El rastro bancario de la tarjeta de crédito da cuenta de que se pagaban almuerzos y cenas hasta cuatro veces por semana.

Un informe de Intervención determinó entonces que «no existía resolución o acuerdo de junta de gobierno que apruebe la asignación correspondiente» en relación con los gastos de dietas de los miembros del equipo de gobierno socialista. En cuanto a los gastos de atenciones protocolarias decía que «no existían para la contabilización de operaciones tiques ni facturas a nombre del Ayuntamiento que, en su caso, hubieran permitido su aprobación mediante la tramitación de un pago a justificar por resolución o acuerdo de junta de gobierno». El fiscal interpuso la denuncia tras apreciar indicios malversación que ahora se ha confirmado.