El edificio «La Ballena» será historia este verano. El Ayuntamiento de Torrevieja acaba de adjudicar la obra de demolición del inmueble de planta baja, cinco alturas y ático a la empresa especializada murciana Derribos Paredes por 225.000 euros. La demolición llega una década después de que se ordenara un precipitado desalojo de todos los residentes, tras unos informes municipales que alertaban de su «ruina inminente».

La adjudicación fue aprobada por una junta de gobierno extraordinaria ayer. La empresa tiene cinco días para aportar la documentación y otros 15 para firmar el contrato, según explicó la edil Fanny Serrano (PSOE). El precio de licitación inicial propuesto por el Ayuntamiento para adjudicar la obra con IVA era de 369.000 euros. Los técnicos municipales han avalado el informe en el que la empresa asegura que puede asumir los trabajos de demolición por solo 255.000, lo que supone una reducción de más de 140.000 euros.

Los trabajos tienen un plazo de ejecución de cuatro meses, aunque el Ayuntamiento quiere que el derribo se lleve a cabo cuanto antes, en el momento en el que la firma asuma el encargo.

La adjudicación se ha realizado tras la tramitación por parte de la Concejalía de Urbanismo de un complejo expediente para sacar adelante la demolición -por las medidas de seguridad, dado que deben preservarse las casas anexas, y otros requisitos necesarios-.Este área municipal espera que el inmueble sea derribado a finales de este mes o durante julio, y la parcela quede limpia a finales del verano. «La Ballena» fue desalojada por un decreto municipal en mayo de 2006 ante los informes municipales sobre el peligro de «ruina inminente» que presentaban algunas partes de la estructura, situada en la calle Pedro Lorca, en pleno casco urbano, entre el Centro cultural Virgen del Carmen y la Plaza de Oriente. El lamentable estado de conservación del edificio, uno de los primeros construidos en altura en la ciudad en los años 60 -alcanza los 23 metros- , se puede apreciar a simple vista desde el exterior, en voladizos desprendidos y grietas muy graves en los pilares.

El derribo se realizará de arriba a abajo, en su mayor parte de forma manual para acabar con los 3.200 m2 construidos sobre la parcela, que ocupa 560 metros cuadrados. Desde hace más de diez años los vecinos de los edificios aledaños y locales comerciales reclaman la ejecución de este derribo.

Aquel desalojo se hizo con polémica porque hay más de cuarenta propietarios de pisos en «La Ballena», y buena parte de ellos estaba residiendo en ellos. Incluso cuando se ordenó a las familias salir «con lo puesto» había familias que acababan de adquirir la vivienda. Todavía en el interior quedan enseres personales de esos residentes, según los informes técnicos.

Sin acuerdo

Entre 2006 y 2015 los propietarios fueran incapaces de llegar a un acuerdo para asumir o la rehabilitación del edificio, o el coste de la demolición. Cuando los informes de Urbanismo indicaron que el coste de rehabilitar era mayor que la inversión en el derribo, los propietarios ya no asumieron ni una solución, ni la otro. En su día, el actual alcalde, entonces en la oposición, pidió que se protegiera a los residentes que optaban por mantener sus viviendas. Sin embargo, la confluencia de titulares de pisos como bancos, ha impedido ese acuerdo, y el peligro de el inmueble se venga abajo, aunque sea parcialmente, ha determinado la decisión municipal de asumir el coste. Es el Ayuntamiento el que va invertir ahora en la demolición, y luego tratará de repercutir el gasto a los dueños. Entre esos propietarios también figuran varias entidades bancarias, vecinos de Torrevieja, y muchos residentes de fuera de la ciudad, que acudían solo a veranear o en vacaciones a la ciudad.

Los vecinos que viven junto al edificio han tenido que soportar incendios, robos, actos vandálicos en el interior del edificio o acumulación de suciedad. En diciembre pasado Urbanismo decidió disponer un vallado de emergencia para evitar nuevas entradas y robos en el interior de las casas.