El autobús eléctrico que el Ayuntamiento de Callosa de SeguraCallosa de Segura adquirió el pasado año por 49.000 euros -de los cuales 10.000 financió el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial- y del que nada se sabía siete meses después permanece guardado en unas dependencias municipales. Ha sido el Partido Popular, a través de las redes sociales, quien ha desvelado el «misterio» tras una visita al recinto de algunos de sus ediles acompañados por el concejal del equipo de Gobierno, José Navarro.

La sorpresa fue mayúscula cuando vieron el tipo de vehículo que ha adquirido el Consistorio y que, ciertamente, recuerda al usado en otros países. Se trata de un autobús de 16 plazas más la del conductor, pero lo que realmente llama la atención es que las ventanas son de plástico y se pueden abrir con cremalleras. El vehículo, por lo tanto, carece de aire acondicionado y el «fresco» le llegará a los viajeros si tienen la suerte de que el día está nublado.

Los populares han difundido unas fotografías que no han tardado en recibir los comentarios jocosos de muchos vecinos de Callosa. Otros, simplemente, se han indignado al ver el bus que está previsto que empiece a funcionar la última semana de junio para llevar a los viajeros desde los barrios, pedanías y el centro de la localidad a la Cueva Ahumada y a la piscina municipal, dos lugares donde poder refrescarse o ponerse a la sombra tras el viaje.

El PP se pregunta si este minibús, diseñado para pequeñas rutas turísticas por cascos antiguos de calles estrechas, «puede realizar un servicio estable y continuado de transporte de viajeros» y si cumple «un vehículo con las ventanas de plástico sujetas con polleras y cremalleras con los mínimos requisitos de seguridad». E indican los populares que «ahora podemos llegar a entender por qué no sale a la calle... por vergüenza, inseguridad del vehículo, porque será una sauna o porque lo mejor es venderlo».

Ahorro

Respuestas que ha dado el alcalde de Callosa de Segura, Fran Maciá, a INFORMACIÓN. El regidor señala que cuenta con los permisos de la Dirección General de Tráfico para el transporte de viajeros y que con este vehículo «nos ahorramos 60.000 euros al año en el otro servicio de bus externalizado, que además contamina ya que este es eléctrico y es igual al que hay en ciudades como Barcelona o Turín».

Sobre el retraso en la puesta en marcha de este servicio ya municipalizado, y cuya plaza de conductor ya está adjudicada, Maciá explicó que se debe a que el Ayuntamiento mantiene un proceso judicial con la empresa concesionaria del servicio, Bacoma, tanto por problemas mercantiles como administrativos en cuanto a la gestión de las líneas y que «estamos esperando una resolución para poder culminar la municipalización del transporte urbano».