El Ayuntamiento de Jacarilla se ha convertido en uno de los pocos de la Vega Baja que puede decir alto y claro que no tiene ningún tipo de deuda con los bancosdeuda bancos. La administración local tenía pendiente de devolver 128.700 euros de un préstamo vinculado al plan de pago a proveedores y ahora ha acordado liquidarlo. Se trata de una cantidad relativamente pequeña para muchas administraciones locales aunque importante para un municipio de menos de 2.000 habitantes que gestiona un presupuesto de 1.338.000 euros.
Finiquitar todas las deudas con entidades financieras es algo que la alcaldesa, Pilar Díaz (PSOE), considera de suma importancia dado que ahora el Consistorio tendrá más margen para poder realizar inversiones. Los municipios que mantienen préstamos pendientes están condicionados por la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Estabilidad Financiera, que castiga a los deudores y da más margen a las administraciones que se encuentran saneadas. En ese sentido la regidora avanza que se podrán acometer diversas obras de mejora y recuperación, por ejemplo en el paraje de la Vereda de las Palmeras, invertir más en el mantenimiento de los espacios públicos y mejoras en la red de iluminación.
El Consistorio de Jacarilla se ha posicionado además en el ranking comarcal como uno de los que más rápido paga sus deudas a los proveedores, en una media de sólo 13 días cuando la legislación permite hasta 30 días.
Las cuentas del municipio han mejorado de forma destacable en los últimos seis años. Díaz asegura que en el año 2011 el Ayuntamiento arrastraba una deuda de 478.908 euros integrado por facturas pendientes, pagas extras a medio retribuir y deudas por diferentes conceptos. «Nos encontramos una situación financiera de total desequilibro en las arcas municipales, con una angustiante falta de liquidez y un exceso de gasto presupuestado sobre la base de unos ingresos que no eran reales, sino que estaban inflados, con el resultado de un brutal desequilibrio presupuestario». La situación motivo, según la regidora, la imposibilidad de atender a los requerimientos de los acreedores.
Reajuste
Fue en 2012, cuando el que era concejal de Hacienda, Rafael Moreno, y Díaz elaboraron el primer presupuesto del tripartito que había entrado a gobernar después de 12 años en los que había estado al mando el Partido Popular. «Hicimos las cuentas realizando un completo reajuste en los gastos, basándonos en los ingresos reales y dirigido a atender las deudas pendientes sin que ello supusiera una merma en el mantenimiento de los servicios básicos». Según la regidora, el resultado para mayo de ese mismo año fue una reducción de la deuda a proveedores, dejándola en 162.792 euros. Fue entonces cuando Hacienda aprobó las medidas de estabilidad presupuestaria y techo de gasto y Jacarilla, al igual que la práctica totalidad de los municipios de la Vega, tuvo que pedir un préstamo para financiar sus deudas pendientes. Un préstamo que es el que ahora se liquida.
Para la regidora, «lo importante es que el tipo de gestión que implantamos desde el año 2012, basado en un control exhaustivo de gastos e ingresos, ha tenido como resultado que el Ayuntamiento haya tenido una progresión ascendente en cuanto al saneamiento en las arcas y los remanentes positivos de tesorería, que pasaron de 116.000 euros en 2013 a 620.000 a cierre del ejercicio 2016».
«La conclusión es que cogimos un Ayuntamiento en quiebra, y con los mismos ingresos, hoy tenemos un Ayuntamiento saneado y sin deudas y con posibilidades de acometer mejoras importantes en los servicios y patrimonio municipal», dice la alcaldesa.
En la Vega Baja se encuentran al menos otros dos municipios que no tienen ninguna deuda, que son el de Rojales, gobernado por el socialista Antonio Pérez, y el de Cox, cuya vara de mando la ostenta ahora Miguel Ángel Gambín, de Ciudadanos.
